Barcelona

Hacia la movilización permanente

Las entidades soberanistas preparan una nueva concentración para arropar el 6 de febrero a Mas en su juicio por la consulta del 9-N. El independentismo, estancado según las encuestas, intensificará la agitación en las calles

Òmnium anunció el pasado 13-N que había llegado la hora de «la movilización permanente»
Òmnium anunció el pasado 13-N que había llegado la hora de «la movilización permanente»larazon

El mundo soberanista ha dado sobradas muestras de su capacidad para organizar actos multitudinarios, particularmente cada 11 de septiembre (Diada de Cataluña).

El mundo soberanista ha dado sobradas muestras de su capacidad para organizar actos multitudinarios, particularmente cada 11 de septiembre (Diada de Cataluña). La Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural han sido las grandes artífices de estas concentraciones que, a lo largo de 2017, prometen intensificar con el fin de tensionar y de ampliar la base social del independendetismo. «Empieza la hora de la movilización permanente», dijo el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, el pasado 13 de noviembre, durante el acto celebrado en la avenida María Cristina de Barcelona con el objetivo de denunciar «la persecución judicial» a Artur Mas y a los consellers que promovieron el 9-N.

Aquel acto marcó un punto de inflexión en la estrategia soberanista, volcada ahora en la idea de salir a las calles cada vez que un cargo independentista deba acudir a los tribunales. La reciente detención de Joan Coma, concejal de la CUP en Vic (Barcelona), fue una muestra de la «movilización permanente» anunciada por Cuixart. Pero los verdaderos esfuerzos de las entidades soberanistas se dirigen ahora hacia el juicio de Artur Mas, previsto para el 6 de febrero.

«Hacemos un llamamiento a la ciudadanía para que tenga el día 6 en su agenda de movilización», dijo ayer el presidente de la ANC, Jordi Sànchez, en una entrevista de Europa Press. La Asamblea todavía no ha cerrado todos los detalles sobre esta concentración, pero subrayó que la idea es que sea «masiva».

El mundo soberanista contempla con cierta frustración el estancamiento de sus apoyos detectado por las últimas encuestas, pero está convencido de que la agitación contra el Estado puede cambiar la tendencia. «El Estado aboca a una confrontación jurídica. Es un terreno absolutamente equivocado y es el momento de defender desde la calle nuestras instituciones. Los miles de ciudadanos que hemos impulsado el proceso soberanista y la Asamblea no estaremos pasivos», confirmó Sànchez.

De ahora en adelante, la movilización irá en aumento. En paralelo, el brazo civil del independentismo, sincronizado con el Govern, seguirá desprestigiando la «operación diálogo» iniciada por Moncloa. «Ha sido una operación de marketing fallida», aseguró el presidente de la ANC, que no tiene ningún interés en comprobar los resultados que puede ofrecer, por ejemplo, la próxima reunión entre la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras. «Desde 2010, el Estado no ha hecho ningún gesto ni mensaje inteligente, ni inteligible, ni honesto sobre diálogo», consideró el presidente de la ANC, dando una muestra inequívoca del argumentario que los soberanistas van a exhibir a lo largo de este año, llamado a ser el año de «la desconexión».