Cataluña

La ANC abona la declaración de independencia de Junqueras

La entidad soberanista con mayor capacidad de movilización muestra su predisposición a sumarse a la ruptura unilateral en caso de que el Estado acabe impidiendo el referéndum

En la imagen, el presidente de la ANC, Jordi Sánchez, junto a un «sí» gigante para reclamar el referéndum
En la imagen, el presidente de la ANC, Jordi Sánchez, junto a un «sí» gigante para reclamar el referéndumlarazon

La entidad soberanista con mayor capacidad de movilización muestra su predisposición a sumarse a la ruptura unilalteral en caso de que el Estado acabe impidiendo el referéndum.

Tras una semana tormentosa, ahora toca revitalizar el «procés». Con ese propósito se ha desempeñado el independentismo durante las últimas 48 horas, que no ha escatimado en gestos grandilocuentes para inyectar confianza y convicción entre sus adeptos. Si el martes, el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, abría la puerta a la declaración unilateral de independencia si el Estado impedía la celebración de un referéndum, ayer la Asamblea Nacional Catalana (ANC) –la entidad pro independentista con mayor capacidad de movilización– se adhería también a este plan.

Su presidente, Jordi Sánchez, precisó que la prioridad de la plataforma es que se acaben poniendo las urnas, pero en caso de que esta vía no acabe fructificando por el bloqueo del Estado, planteó como fórmula alternativa la secesión unilateral y detalló cómo se procedería. «La mayoría absoluta de 72 diputados que Junts pel Si –ERC y PdeCAT– y la CUP forman en el Parlament tiene derecho a proceder a la comunicación –a la comunidad internacional– y a la proclamación de Cataluña como nuevo Estado», explicó Sánchez durante una rueda de prensa, en la que precisamente presentaba la precampaña de la entidad por el «sí» en el referéndum.

Esta opción, eso sí, todavía no está incluida formalmente en los planes de la entidad secesionista, ya que deberá pasar por la aprobación de su militancia. La ANC celebrará su asamblea el próximo 29 de abril en Granollers (Barcelona), donde debatirá su hoja de ruta de 2017, y en la que el itinerario que plantea pasa por garantizar la celebración del plebiscito independentista –incluso en caso de que hayan inhabilitaciones o que el Estado intervenga la Generalitat–, pero de no lograrse, se apoyaría la declaración unilateral de independencia de Cataluña.

Sánchez, consciente de lo estridente que supone apostar por la unilateralidad, defendió este planteamiento argumentando que Junts pel Sí incluyó esta posibilidad en el programa electoral con que se presentó y ganó las elecciones catalanas del 27 de septiembre: «No debe generar tanto revuelo».

Esta ofensiva independentista llega justo cuando el «procés» vivía sus horas más bajas tras la reyerta entre el PDeCAT y ERC por la filtración de unas grabaciones, presuntamente por los republicanos, en las que aparecía el número dos de los neoconvergentes planteando el fracaso del desafío rupturista y contemplando la vuelta del partido al autonomismo. Para taponar esta hemorragia en el bloque separatista, el Govern anunció el martes un acto para exhibir unidad y compromiso con el referéndum entre ERC y Convergència, que se celebrará el viernes, en vísperas del Día de Sant Jordi. El escenario escogido será el Palau de la Generalitat de Cataluña, una forma de insuflar solemnidad y gravedad al acto y tratar de recoser las heridas, en un momento en el que a la división que rodea al independentismo, se unen las dificultades logísticas y la escasez de tiempo para organizar la consulta.