El desafío independentista

La ANC llama a los trabajadores a pedir fiesta para arropar a Mas el 6-F

Las entidades soberanistas reclaman una «movilización excepcional» ante los tribunales para demostrar el deseo de referéndum en Cataluña

Mas volverá a los tribunales el lunes, 6 de febrero, cuando comenzará el juicio por la causa del 9-N
Mas volverá a los tribunales el lunes, 6 de febrero, cuando comenzará el juicio por la causa del 9-Nlarazon

Las entidades soberanistas reclaman una «movilización excepcional» ante los tribunales para demostrar el deseo de referéndum en Cataluña.

Las organizaciones soberanistas se preparan para una nueva exhibición de músculo dentro de un par de semanas ante las puertas de la Ciutat de la Justícia o bien del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), ya que todavía no está decidido dónde se realizará el juicio por la causa de la consulta del 9-N. La fecha sí que se sabe. Será el 6 de febrero cuando dé comienzo el juicio contra el ex president Artur Mas y las ex conselleras Joana Ortega e Irene Rigau por su papel en el 9-N, y los brazos civiles del independentismo ya calientan motores para una «movilización excepcional». Tan excepcional que el presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, animó ayer a los trabajadores catalanes a pedir fiesta para manifestarse ante el TSJC.

«Pedimos a a aquellas personas que tienen obligaciones laborales que asuman la posibilidad de solicitar un día festivo en su trabajo para participar en esta movilización», dijo ayer Sànchez durante la presentación de la estrategia soberanista ante el juicio de la causa del 9-N. La ANC, coordinada con sus compañeros de viaje habituales (Òmnium Cultural, Asociación de Municipios por la Independencia y Asamblea Catalana de Municipios) trabaja de cara al 6-F siguiendo el patrón de las movilizaciones de la Diada. Es decir, que ha puesto en marcha una web para captar inscripciones y piensa habilitar autocares desde diferentes puntos de la geografía catalana para arrrastrar a cientos de manifestantes.

«El 6 de febrero no se juzga sólo a tres personas sino a todos los ciudadanos que votaron el 9-N, así como la sensibilidad democrática de una sociedad que no entiende que un conflicto político se resuelva en los tribunales», afirmó el presidente de la Asamblea Nacional.

Sánchez dio rienda suelta al argumentario clásico del soberanismo y lamentó que el Estado haya optado por resolver el pleito catalán en los tribunales. «Nunca hemos entendido la judicialización del 9-N y estamos convencidos de que es un camino equivocado. Es un juicio que nunca debería haberse producido. Nos lleva a un callejón sin salida», consideró el presidente de la ANC.

Las organizaciones independentistas se toman la próxima manifestación del 6-F como «un test» de cara a próximas convocatorias, ahora que se entra, a entender del presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, en una fase de «movilización permanente».

Cuixart no descartó que se convoquen más movilizaciones porque el juicio a Mas, Ortega y Rigau está previsto desde el 6 de febrero hasta el 10, pero lo condicionó al curso de los acontecimientos durante los próximos días. El presidente de Òmnium tachó de «farsa» la llamada «Operación diálogo» del Gobierno e insistió en la movilización permanente el soberanismo para defender la voluntad de Cataluña de decidir su futuro político en el referéndum anunciado para el próximo septiembre.

El presidente de la AMI, Miquel Buch, por su parte, subrayó que ahora es el turno de la ciudadanía después de que el Gobierno de la Generalitat «se la jugara el 9-N de 2014». «Aquello fue un acto de rebelión, ahora es nuestro momento», dijo el dirigente del PDeCAT, la nueva Convergència Democràtica.