Cataluña

La ANC no frena: insta al futuro Govern a desplegar la república

Su hoja de ruta para 2018 habla de más movilizaciones y de una «escalada judicial»

La ANC pide una mayoría soberanista en el Govern y en el Parlament
La ANC pide una mayoría soberanista en el Govern y en el Parlamentlarazon

Su hoja de ruta para 2018 habla de más movilizaciones y de una «escalada judicial».

Para la Asamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sánchez y Jordi Cuixart son «presos políticos en pleno siglo XXI». Para el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido «se puede hablar de políticos presos, pero no de presos políticos», porque «quién está preso es porque así lo ha decidido la autoridad judicial». Ambos están acusados de un delito de sedición, que «implica alzarse de forma pública y tumultuaria para impedir la aplicación de la Ley y la actuación de las fuerzas del Estado», pese a que tanto la ANC como Òmnium habían hecho bandera de encabezar un movimiento pacifista. «La revolución de las sonrisas», lo llegaron a llamar los estrategas electorales de la coalición que inventó Artur Mas para encarar unas elecciones en clave plebiscitarias, Junts pel Sí. Pese a la interpretación que el Tribunal Supremo hace de la actuación de Jordi Sánchez y Jordi Turull los días 20 y 21 de septiembre –cree que impidieron a los agentes de la Guardia Civil llevar a cabo con normalidad una operación contra algunos de los responsables de la celebración del referéndum, animando protestas en la calle–, la ANC ni se amedrenta ni cambia su hoja de ruta. Es más, empuja a los partidos independentistas a no pisar el freno. Llama a implementar la republica catalana. La única reconsideración es que ahora no pone plazos.

El borrador de la nueva hoja de ruta que este sábado aprobará la entidad y que ayer, el vicepresidente de la ANC, Agustí Alcoberro, avanzó cuatro pinceladas a Carles Puigdemont, en una visita express a Bruselas, vuelve a insistir en que la entidad se compromete a «mantener e intensificar» la movilización de la sociedad catalana para avanzar hacia la independencia. Más concretamente, habla de movilizaciones para retirar el artículo 155, liberar a los «presos políticos», forzar el regreso de los políticos autoexiliados, restituir el «gobierno legítimo» y defender el reconocimiento de la república catalana.

La ANC está inmersa en un proceso de renovación. El sábado aprobará la nueva hoja de ruta que insta al Govern y al Parlament que se debería constituirse el próximo 17 de enero, a construir la república catalana a partir de tres pilares: financiación, poder judicial y fiscalía, y fuerza o seguridad pública.

No se desmarca mucho de la hoja de ruta que había dibujado el ex gobierno de Carles Puigdemont a partir del trabajo del cerebro jurídico del proceso, Carles Viver Pi-Sunyer. Aunque esta vez no hay calendario, sigue hablando de «consolidar» la república, convocar elecciones constituyentes, redactar la futura constitución catalana con a partir de un proceso participativo y, finalmente, ratificarla a través de un referéndum. Y todo esto, pese a que el 21-D, los partidos soberanistas, por segunda vez consecutiva no obtuvo el apoyo de la mayoría del pueblo catalán. Recabó el 47,5 por ciento de los votos, pero la ANC interpreta que los resultados electorales ratifican el mandato del 27-S (entonces el independentismo tampoco obtuvo mayoría), del referéndum del 1-O y del 27 de octubre, el día en que Puigdemont declaró sí pero no la independencia de Cataluña.

La ANC interpreta que «el independentismo es más fuerte que nunca» y para llevar a cabo sus planes, además de movilizaciones en la calle y volver a insistir en la vía de buscar aliados internacionales, llama a aplicar la ley de transitoriedad jurídica para que Cataluña se desvincule del sistema judicial estatal. Nada nuevo. Con estos mandatos, prevé una «escalada judicial» de la sociedad civil catalana contra el Estado. Pocas reconsideraciones.