El desafío independentista

La CUP amenaza con «reventar» la legislatura si no hay referéndum

Arrufat acusa a algunos sectores del Govern de temor a «arriesgar su estatus personal y propiedades personales».

El diputado del PPC Fernando Sánchez Costa (d) saluda al vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras (i) durante el pleno del Parlamento de Cataluña.
El diputado del PPC Fernando Sánchez Costa (d) saluda al vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras (i) durante el pleno del Parlamento de Cataluña.larazon

Arrufat acusa a algunos sectores del Govern de temor a «arriesgar su estatus personal y propiedades personales».

El fiasco de las urnas ha desatado irremisiblemente una crisis de confianza sobre el Govern. La CUP ha aparcado su tono conciliador y ha pasado a un verbo beligerante las sospechas que han despertado el fallido concurso de los recipientes y la falta de determinación. En paralelo, para diluir toda la controversia, la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) y la Asociación Catalana de Municipios (ACM), avanzaron ayer el manifiesto que mañana todos los alcaldes favorables al referéndum soberanista asumirán en el acto que el mundo local celebrará en el paraninfo de la Universidad de Barcelona para apoyar el 1-O.

Los anticapitalistas, conscientes de que las circunstancias políticas les han quitado relevancia –después de dar el «sí» a los presupuestos han quedado al margen de toda la acción del Govern, incluso en los preparativos del referéndum–, han pasado a la ofensiva y han empezado a poner el grito en el cielo ante la temerosidad que desprende los últimos días el ejecutivo. Hasta el momento, la formación se había limitado a proponerse para entrar en el ejecutivo catalán y asumir responsabilidades susceptibles de contraer consecuencias penales. Pero ayer, el portavoz del secretariado nacional, Quim Arrufat, fue un paso más allá, y pasó a señalar a algunos sectores como poco comprometidos con el referéndum y a reiterar su amenaza de «reventar» la legislatura si finalmente se trata de descafeinar el 1-O, tratándose de reeditar un nuevo 9-N.

Según Arrufat, hay «algunos elementos» que no están alineados con el proceso independentista, a los que acusa de «no creerse» la apuesta por el referéndum y de ser pusilánimes y acomodados. «Hace muchos años que viven en las instituciones, están muy bien acostumbrados al poder autonómico, calculan que todo será más o menos un 9-N y consideran que no hay que arriesgar su estatus personal, ni sus propiedades personales, ni el cargo», atizó Arrufat en una entrevista en La Xarxa. Tras ello, pidió al Govern que «toda la gente que esté en el barco debe ir hasta el final», en alusión a la consellera de Gobernación, Meritxell Borràs, el rosto más visible de la deserción y falta de compromiso que reprochan los anticapitalistas. «No se le puede tomar el pelo a la gente», zanjó.

Estas advertencias de Arrufat han coincidido con la publicación del manifiesto de la AMI y la ACM a favor del referéndum, que leerán mañana en el acto que celebrarán con la mayoría de los alcaldes adheridos a las asociaciones. La AMI cuenta con 787 y la ACM con 926, de los 947 que cuenta Cataluña. No obstante, muchos de ellos, y en general, los municipios más importantes, como Barcelona, no asistirán.

En el escrito, se manifiesta la «predisposición y compromiso» de todos los alcaldes firmantes a «colaborar en todas las actuaciones» a los que requiera el Govern. «En el momento en que se haga la convocatoria, pondremos a disposición de la organización del referéndum los locales habituales donde se celebran todas las jornadas electorales en nuestros municipios», reza el texto. Cuando Neus Lloveras y Miquel Buch, líderes de la AMI y la ACM, anunciaron el acto, expresaron su deseo de reunir a unos 900 alcaldes.