La CUP discrepa de la hoja de ruta de JxSí y augura próximos cambios

Reclaman una ley específica para el referéndum, más movilización y más desobediencia.

Los impulsores de la autodeterminación de Cataluña no comparten la estrategia para su consecución. La CUP hizo público ayer un informe que deja en evidencia grandes diferencias respecto a los planes de Junts pel Sí. De entrada, la formación anticapitalista cuestiona que la ley de transitoriedad jurídica sea un mecanismo efectivo para amparar el referéndum y defiende que se apruebe una ley específica para esta votación, siguiendo el ejemplo de Quebec y de Escocia, así como el «Código de buenas prácticas sobre referendos» aprobado por la Comisión de Venecia.

Junts pel Sí, en cambio, defiende la oportunidad de la ley de transitoriedad jurídica como una suerte de norma trampolín que permitiría saltar de la Cataluña autonómica a la Cataluña independiente, un razonamiento que no comparte la CUP. «No acabamos de ver que pueda haber una auténtica ruptura de la legalidad sin haber proclamado antes la independencia y esta proclamación no se puede hacer sin haber ganado antes el referéndum. Por tanto, el orden de los factores es importante y no puede ser invertida», argumenta la formación anticapitalista.

La CUP, en síntesis, propone modificar la hoja de ruta, que, de hecho, ya ha cambiado durante la legislatura, tal y como admite la propia formación. «La hoja de rtua está en modificación permanente. Nosotros mismos hemos sido responsables de una gran modificación: la inclusión del referéndum. Y es lógico, seguramente por la dinámica de los próximos meses, que haya mñas cambios», augura.

Los anticapitalistas también cuestiona el discurso de fondo de Junts pel Sí. La CUP no comparte la idea de que la clase política pueda propiciar la autodeterminación sin apoyarse en la movilización popular y tampoco que el paso a la independencia pueda hacerse «de ley a ley». «Nuestra contrapropuesta es el empoderamiento popular y más movilización autogestionada», resume la CUP. Y sentencia: «Hay que acompañar la ruptura con más movilización y con más desobediencia». En este sentido, advierte que dos de las leyes de desconexión (la de la Hacienda propia y la de la Seguridad Social) «no generan ni contexto de ruptura ni embate al Estado».

Finalmente, la CUP pide centrar todas las energías en posibilitar el referéndum de autodeterminación «para sellar que bajo ningún concepto volveremos a la legalidad autonómica por vía de unas nuevas elecciones al Parlament reciban el adjetivo que reciban». «Nuestro papel –añade la CUP– no debe ser ni avalar con los ojos ciegos las propuestas ni ser “la mosca cojonera” permanente del indepedentismo».