Cataluña

La Generalitat cambia la declaración de independencia por «declaración de intenciones»

La consellera de Presidencia de la Generalitat de Cataluña y portavoz del Govern, Neus Munté.
La consellera de Presidencia de la Generalitat de Cataluña y portavoz del Govern, Neus Munté.larazon

Desacelera su plan y deja en el aire cuándo será la fecha de la secesión unilateral.

Quince días después de estrenarse el Gobierno catalán, con convergentes, republicanos e independientes, ya se han constituido las ponencias parlamentarias para aprobar las leyes del proceso constituyente, de la seguridad social y de la hacienda catalana, tal y como señalan la hoja de ruta soberanista y la declaración rupturista del 9-N. Y ya han aparecido las primeras discrepancias entre CDC y ERC, por mucho que la portavoz del Govern, Neus Munté, insistiera ayer en la «cohesión» del discurso del Ejecutivo de Carles Puigdemont y de Junts pel Sí.

La portavoz del grupo parlamentario de Junts pel Sí, Marta Rovira, aparentemente sin mala intención, puso en un aprieto a su colega del Govern, cuando el martes dijo que en 18 meses debe haber una declaración de independencia. Como en la primera entrevista que ofreció tras prometer el cargo de president, Puigdemont dijo que esta legislatura «no habrá una declaración unilateral de independencia», las palabras de Rovira dieron pie a especular con que ERC y CDC no comparten la misma hoja de ruta. Munté lo negó. «El discurso es único», dijo. Pero no salió airosa. En el intento de demostrar que Rovira y Puigdemont no discrepan no supo responder en qué momento Cataluña será independiente.

La hoja de ruta con la que Junts pel Sí se presentó a las elecciones dice que se proclamará la independencia antes de aprobar la ley de transitoriedad jurídica y la ley del proceso constituyente para garantizar la desconexión con la legalidad española. Y que después se convocarán unas elecciones de carácter constituyente de la que saldrá una asamblea que redactará una constitución que a su vez deberá ser ratificada en un referéndum para culminar la creación del hipotético Estado catalán independiente. Pero Puigdemont matizó la ruta. Como las candidaturas soberanistas no lograron rebasar el 50 por ciento de los votos el pasado 27-S, borró la declaración de independencia del plan y dijo que primero debía ratificarse en un referéndum la constituciónción catalana. Para evitar corregir a nadie y casar los dos discursos, Junqueras primero y después Munté se inventaron una nueva fórmula para no hablar de DUI (Declaración Unilateral de Independencia), siglas que la portavoz admite que generan enemigos en Europa.