Caso Pujol

La Policía busca en Panamá y México más dinero de los Pujol

El juez pedirá comisiones rogatorias para conocer sus movimientos bancarios en ambos países, pese a que existe abundante documentación de las actividades de Jordi Pujol Jr.

El ex «molt honorable», en la fiesta de inauguración del hotel Encanto en Acapulco en 2009 junto a su hijo Jordi Jr. y uno de los socios de éste, Sergio Kam, y otras personas de su círculo más cercano
El ex «molt honorable», en la fiesta de inauguración del hotel Encanto en Acapulco en 2009 junto a su hijo Jordi Jr. y uno de los socios de éste, Sergio Kam, y otras personas de su círculo más cercanolarazon

El juez pedirá comisiones rogatorias para conocer sus movimientos bancarios en ambos países, pese a que existe abundante documentación de las actividades de Jordi Pujol Jr.

Las investigaciones que están en marcha para desarticular la «trama» montada supuestamente por la familia Pujol- Ferrusola, conducen, se siga la pista que se siga, a países de centro y sur de América. Si ayer, como adelantó LA RAZÓN, era Belice, un paraíso fiscal donde se sospecha que guardan gran parte de la fortuna obtenida fraudulentamente (unos 900 millones de euros), fuentes conocedoras del caso citan a Panamá y a México como parte de la red de ocultación y blanqueado de dinero.

Las pesquisas, en función de los documentos que han llegado a través de sendas comisiones rogatorias cursadas a Andorra y Reino Unido, han permitido las últimas actuaciones, con registros en Barcelona y Madrid.

Los agentes han regresado este fin de semana a Madrid y, a partir del lunes, comenzarán, en una auténtica carrera contra el reloj – lo que no quiere decir que no se haga con toda la precisión que caracteriza los documentos de la UDEF de la Comisaría General de Policía Judicial (CGPJ)– para preparar un informe de cara a la declaración que Josep y Pere Pujol Ferrusola prestarán ante el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, José de la Mata, el 13 de noviembre.

A la vez, y también sin pérdida de tiempo, se preparan, en función de la información recibida, las correspondientes diligencias con el fin de que el citado magistrado pueda cursar comisiones rogatorias a México y Panamá con el fin de solicitar la información bancaria que pueda existir en estos países sobre los distintos miembros de la familia Pujol. Es conocido, porque ha sido publicado, que sólo unos días después de que el patriarca de la familia confesase que mantuvo una cuenta en Suiza durante 34 años, en la que supuestamente ocultó la herencia paterna, su hijo mayor, «Junior», disolvía una sociedad que tenía en Panamá que formaba parte del entramado. Esta entidad, según la Policía, recibió parte de los fondos del clan.

El 25 de julio de 2014, el ex president reconocía públicamente haber ocultado a Hacienda durante tres décadas «un dinero ubicado en el extranjero» procedente de la herencia de su padre. El 8 de agosto de ese mismo año, «Junior» disolvía Kopeland Foundation, una fundación de interés privado creada en Panamá en febrero de 2011 y con un patrimonio social de 10.000 dólares. Todo esto coincidía con el vaciado de las cuentas de Andorra para traspasar el dinero a cuentas de distintos países de América.

Las fuentes consultadas llaman la atención sobre el hecho de que la comisión rogatoria de Andorra sólo recoge la información de dos bancos, por lo que las cantidades que se han movido en este país y en otros son muchísimo mayores, como demuestra el caso de Belice. Por lo que respecta a México, se tienen datos de que «Junior», nada más ser imputado, movió importantes cantidades de dinero al país azteca, que fueron destinadas «a la inversión en el negocio de los casino» –según sospecha el juez–, informa Ep, y trató de introducirse en una serie de negocios, entre ellos el de la recogida de basuras. Incluso llegó a ofrecer sus servicios a varios ayuntamientos. No todos los negocios que inició allí terminaron en éxito. A este respecto, se cita el caso del hotel «El Encanto» de Acapulco, promovido por el mayor de los «pujoles», cuyos socios terminaron «a tortas», y que tuvo que ser vendido por una cantidad sensiblemente inferior a las inversiones realizadas. En esta lista no podía faltar Carles Sumarroca, implicado en la investigación de la trama «oficial» del 3 por ciento, que contrató a «Junior» por «la capacidad y el conocimiento del mercado» mexicano, según reconoció en la Audiencia Nacional.