Caso Pujol

La Policía investiga el viaje de la ex mujer de Jordi Pujol Jr. a Nueva Zelanda

Jordi Pujol Ferrusola y su entonces esposa Mercé Gironés, en una imagen de archivo
Jordi Pujol Ferrusola y su entonces esposa Mercé Gironés, en una imagen de archivolarazon

La ex mujer de Jordi Pujol Ferrusola, Mercé Gironés Riera viajó el jueves desde Barcelona a Nueva Zelanda, país con el que España no tiene tratado de extradición, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto.

La ex mujer de Jordi Pujol Ferrusola, Mercé Gironés Riera, a la que acompañaba su madre, Merce Riera Anglada, viajó el jueves desde Barcelona a Nueva Zelanda, país con el que España no tiene tratado de extradición, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto.

Precisaron que la Policía presta la atención necesaria a este tipo de desplazamientos (dado que Gironés se encuentra imputada por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz por un delito de blanqueo de capitales) sin que ello suponga prejuzgar sobre los motivos y fines de tan largo viaje. A los investigadores les sorprendió el desplazamiento de Gironés y su madre en estas fechas, fuera de vacaciones y sin que se conozca, al menos por el momento, un motivo lúdico, o de otro tipo, para el viaje.

Con pasaporte

Gironés pudo realizar el vuelo sin ningún problema ya que, pese a estar imputada, no tiene retirado el pasaporte y, por lo tanto, puede ir a donde le plazca.

Lo mismo ocurre con su madre, aunque su nombre apareció en un turbio asunto de cobro de comisiones por parte su entonces yerno.

Las fuentes consultadas por este periódico admiten que los investigadores sospechan que el matrimonio de Jordi Pujol y Mercé Gironés esta roto de facto pero que se mantienen algunos lazos económicos, hasta el punto de atribuir a la mujer un importante papel en el movimientos de las cuentas y otros asuntos mercantiles. Mercé Gironés, miembro de una selecta familia del mundo cultural barcelonés, se separó de Jordi Pujol Ferrusola, pero jamás dejó los negocios familiares, y casó a su hija mayor, Merceditas, con el heredero de una de las mayores fortunas de México, Ignacio García de Quevedo, tal y como publicó este periódico en su día.

La pareja, pese a su separación, mantiene una relación que sigue siendo muy buena. Amigos comunes opinan que Mercé fue uno de los «cerebros» de su entramado económico y un gran apoyo ante los ataques de María Victoria Álvarez, la ex amante de Jordi que divulgó las cuentas turbias del clan y que tanto protagonismo mediático ha tenido en los últimos tiempos.

El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz mantiene imputada a Mercé Gironés por su papel de copropietaria de varias sociedades que el hijo del ex presidente de la Generalitat pudo haber utilizado para llevar a cabo sus actividades empresariales y controlar su patrimonio.

El magistrado, que investiga a Pujol Ferrusola a raíz de una denuncia que presentó la ex amante María Victoria Álvarez. Ruz quiere analizar las operaciones de compraventa de inmuebles que pudo realizar el matrimonio y la adquisición de vehículos de lujo.

Según un informe de la Agencia Tributaria, el hijo del ex president movió 32.407.658 euros en divisas con destino a paraísos fiscales entre el 30 de marzo del 2004 y el 28 de noviembre del 2012.

En un auto dictado en abril del año pasado, el juez de la Audiencia Nacional reveló que el primogénito de Pujol llevó a cabo 118 operaciones financieras en esos ocho años, actuaciones que partieron de los bancos Medio-lanum, BBVA y Credit Suisse, y finalizaron en entidades de 13 países diferentes, entre ellos las islas Caimán, Gabón o Liechtenstein.

Por lo que respecta a la ex suegra de Jordi Pujol, un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) la señalaba como una de las que había recibido en su cuenta el dinero de una supuesta «mordida» que su yerno exigió a una empresa constructora.

En concreto, reclamó el pago a dicha entidad de un 3 por 100 del montante del negocio por una operación urbanística.

La UDEF explica que días después de vender una finca en L´Hospitalet de Llobregat (Barcelona) a otra mercantil, se presentó en su despacho Ramón Gironés, padre de Mercè Gironés Riera y, por lo tanto, suegro de Jordi Pujol. Esta persona les exigió el pago de dicho porcentaje sobre el precio total de la operación, que había ascendido a algo más de 30 millones de euros. Al final cedieron, aunque sólo pagaron el uno por ciento.

Los agentes de la UDEF se dirigieron a los propietarios de la compañía vendedora para constatar la veracidad o no de dicha adquisición y si realmente Jordi Pujol Ferrusola había intermediado en la misma.

Confirmaron que tras la venta apareció por la sede de la empresa Ramón Gironés. También informaron a la Policía de que para que hicieran efectiva la comisión «se les facilitó el nombre de dos personas a las que debían pagar, previa recepción de facturas a su nombre».

Esas dos personas que figurarían como receptoras del dinero no eran, sin embargo, ni Jordi Pujol Ferrusola ni su entonces mujer, ni tan siquiera el padre de ésta, que fue quien acudió a reclamar la supuesta «mordida», sino Mercè Riera Anglada, esposa de este último y, por tanto, suegra del hijo del ex presidente de la Generalitat.

La otra era Xavier Corominas Riera, persona a la que la empresaria recuerda haber visto acompañando en una ocasión a Ramón Gironés. Ambos facturaron la misma cantidad, 162.093 euros, en sendos documentos.

De esta manera, la Policía, con la investigación que ha abierto sobre el viaje a Nueva Zelanda, ha establecido un frente más para la familia Pujol que ya se encuentra cercada en los tribunales a cuenta de sus supuestas irregularidades financieras.