Las listas de espera quirúrgicas crecen un 5% en un solo año

El Govern asegura que se debe a la reducción de la demora en las pruebas diagnósticas.

Cuando Antoni Comin asumió la cartera de Salud anunció que su principal caballo de batalla sería la reducción de las abultadas listas de espera. El objetivo era recortarlas hasta en un 50% invirtiendo nada menos que 96 millones de euros, tal y como se preveía en el proyecto de presupuestos de 2016, que finalmente no salió adelante.

En las cuentas de 2017, todavía pendientes de votación, pese a que la partida de Salud se ha incrementado un 4,5% respecto a la anterior, la inversión para reducir las listas de espera ha pasado de 96 a 45 millones. «Los millones no son lo importante», llegó a decir el conseller, sino «la gestión eficiente».

De hecho, Comín ya había puesto en marcha un plan integral para la mejora de las listas de espera basado precisamente en la maximización de la eficiencia y el mejor reparto de los recursos. No obstante, el último informe ofrecido por la Generalitat pone en tela de juicio la hoja de ruta del conseller para acabar con este problema. Porque a finales de 2016 un total de 164.828 pacientes aguardaban una intervención, un 5,1% más que en el mismo periodo de 2015, tal y como informó ayer en rueda de prensa el director general del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), David Elvira.

Elvira justificó las abultadas cifras asegurando que sólo han incrementado los pacientes para las operaciones menos graves, las que no tienen tiempo máximo garantizado. Y que, en todo caso, estas listas quirúrgicas han aumentado porque se ha reducido el tiempo de espera para las pruebas diagnósticas y las visitas al especialista. En todo caso el director del CatSalut admitió que «no es una satisfacción incrementar la lista de espera», y justificó que el compromiso de reducirlas estaba vinculado a un presupuesto que fue prorrogado.

Las intervenciones con mayor tiempo de espera son las de obesidad mórbida, con una media de 539 días, situación en la que se encuentran 1.897 personas; la cirugía instrumentada de la espalda llegan a una espera de 403 días (3.842 pacientes); y las operaciones de mama, hasta 359 días (2.351 mujeres).

La nota positiva es que se aumentaron el número de pruebas diagnósticas realizadas en los centros de salud catalanes, con 121.716 (un 20,7 % más en 2016 respecto a 2015) y también las consultas externas (especialistas), con 160.538 visitas adicionales (un 8 % más), argumentó Elvira.

Este aumento de la actividad, a su vez, ha permitido reducir el número de personas que están en estas listas de espera, y así, se ha pasado de 656.924 pacientes que esperaban ver a un especialista en 2015 a los 532.229 de finales de 2016, de los que casi 200.000 (199.931) hace más de 90 días que esperan.

La lista de espera para las pruebas diagnósticas ha disminuido de los 145.503 pacientes en 2015 a los 135.809 de 2016, de los que 40.385 llevan más de tres meses esperando.la actividada quirúrgica también se ha incrementado, en un concreto un 13%. Pero un 2,6 por cientod e la actividad tuvo que ser asumida por hospitales concertados, pese a que la idea de Comín es acabar con los conciertos.