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Lo que Picasso tenía en casa

El museo de la calle Montcada acoge obras de otros artistas cedidas al centro por el pintor

Un dibujo de Picasso a su hermana en el salón de su casa
Un dibujo de Picasso a su hermana en el salón de su casalarazon

El museo de la calle Montcada acoge obras de otros artistas cedidas al centro por el pintor.

En 1970, Barcelona recibía uno de los mayores regalos que le han hecho nunca, la donación de 236 pinturas al óleo, 1.149 dibujos, 17 álbumes con dibujos, dos grabados y cuatro libros de texto con dibujos en el margen. Y todos eran de Picasso. La donación del artista hizo que se levantase el gran museo dedicado al artista malagueño y que hace de la pequeña calle Montcada en una arteria llena de vida entre turistas, estudiosos del arte o vecinos con ganas de disfrutar de los tesoros de su ciudad. Dentro de esa donación también había 47 obras de otros artistas y éstos son la base de la nueva exposición del centro.

El Museo Picasso acoge hasta el 2 de julio la muestra «Altres artistas a la donació Picasso 1970» con 31 obras que muestran el tipo de relaciones que tuvo el pintor en su juventud cuando empezaba a sacar la nariz en el ámbito artístico en la Barcelona de cambio de siglo. Obras de Carles Casagemas, Santiago Rusiñol, Manuel Pallarés, Manolo Hugué o Julio González se mezclan con algunos dibujos del propio Picasso para dejar clara la relación del pintor con estos artistas. «La mayoría son obras intercambiadas con los otros artistas amigos y que quedaron en la custodia de la familia durante años», comenta Malén Gual, comisaria de la exposición.

De la academia a París

La exposición está dividida en tres partes o fases vitales. La primera está centrada en el ámbito familiar y académico, como un paisaje de Rafael Blanco Merino al que se acompaña un dibujo del propio Picasso donde se puede ver a la hermana del artista en su casa y en la pared se puede ver el mismo cuadro, «lo que demuestra que el cuadro debió estar colgado en el domicilio de los Picasso en esa época», señala Gual. También hay dibujos de la propia Dolores Ruiz Picasso. También se pueden ver estudios de academia, en su época en La Llotja, con el mismo modelo pintado por Manuel Pallarés, uno de los primeros amigos de Picasso, y del propio artista.

La siguiente sección está dedicada a su época de «Els quatre Gats». Aquí nos encontramos con un paisaje de 1899 de Hortensi Güell, prometedor artista y escritor romántico que se suicidaría muy joven. También destacan dibujos de Santiago Rusiñol, que fue su protector con Cases en esas primeras fechas hasta que, con la primera exposición de Picasso, ya pasaron a tratarle de tú a tú. Otras joyas de la época son las obras de Carles Casagemas, uno de los mejores amigos del genio malagueño que también murió muy joven a quitarse la vida.

El último apartado de la exposición habla de su relación con artistas con los que empezó a dar el salto hacia París, como Manolo Hugué, otro gran amigo del artista y con el que mantuvo relación a lo largo de toda su vida. El célebre escultor intercambió con Picasso algunos dibujos. Otro amigo, con el que realizó varios viajes a París, fue Julio González, del que la exposición muestra obras en las que se ve su preocupación más por los volúmenes que por las casas y que le emparenta con la época azul de Picasso. En definitiva, 31 formas de ver cómo Picasso se convirtió en monstruo.