Cataluña

Los barceloneses no comulgan con el soberanismo y el 70% se siente español

La encuesta municipal confirma que turismo e inseguridad figuran entre los principales problemas vecinales

Imagen de la polémica de las banderas que se vivió en las pasadas fiestas de la Mercé
Imagen de la polémica de las banderas que se vivió en las pasadas fiestas de la Mercélarazon

Hubo un tiempo, no muy lejano, en que Barcelona se granjeó la fama de ciudad rebelde. Decía Engels que la capital catalana es la ciudad del mundo que más levantamientos ha protagonizado y, por lo tanto, más aplastamientos. Ha cobijado anarquistas, luchas vecinales y movimientos antimonárquicos. Se ha enfrentado en no pocas ocasiones al Gobierno de España, pero también a las diferentes administraciones catalanas. Incluso en estos momentos, cuando buena parte de Cataluña viraba hacia el independentismo, los barceloneses decidieron entregarle las llaves de la ciudad a un partido no soberanista en las pasadas elecciones municipales. Y sigue en sus trece. La encuesta de servicios municipales que ayer publicó el Ayuntamiento certifica que, entre España y Cataluña, Barcelona opta por el camino de en medio sin renunciar a nada, pero sin posicionarse tampoco. El 69 por ciento de los barceloneses se siente español en mayor o menor medida, del mismo modo que un 80 por ciento se siente catalán también en mayor o menor medida. Parece, por tanto, difícil que la ciudad tome partido en el contencioso independentista.

Así pues, el posicionamiento de los barceloneses no deja lugar a dudas. El 6,5 por ciento se siente únicamente español. Un 5,3 por ciento, más español que catalán. El 35 por ciento, tan español como catalán. Un 22,2 por ciento, más catalán que español. El 18,3 por ciento, únicamente catalán. Un 9 por ciento se siente «otra cosa» y un 3,6 por ciento prefiere no contestar.

Entre los principales problemas de los barceloneses, al margen de indicadores económicos como el paro, el turismo sigue arañando puntos porcentuales para consolidarse en las primeras posiciones. Los resultados de la Encuesta reflejan que un 6,4 por ciento del total de 6.000 ciudadanos encuestados han situado el turismo como el primer problema de la ciudad y, aunque se sitúa en la cuarta posición, es la preocupación que más ha aumentado en los últimos años: en 2006, la primera vez que apareció como problema, solo un 0,5 por ciento de los encuestados lo destacaron. Aun así, la primera preocupación de los barceloneses continúa siendo el paro y las condiciones laborales, con un 16 por ciento de las respuestas, aunque ha disminuido con respecto al 2014, cuando se situaba en un 22,5 por ciento. La inseguridad se sitúa en segunda posición, con un 8,2 por ciento, lo que también supone una bajada de un punto y medio porcentual, y le sigue la limpieza, con un 7,4 por ciento que, por el contrario, ha sufrido un aumento en comparación con el año anterior, cuando fue destacada por un 5,6 por ciento de los ciudadanos.

Servicios

En cuanto a la valoración de los servicios, las bibliotecas públicas se mantienen en el primer lugar. Los aumentos más pronunciados se han producido en los centros cívicos y los centros de servicios sociales, que han obtenido medio punto más que el año pasado. Los servicios que los ciudadanos valoran peor son el aparcamiento, la circulación, el ruido, la seguridad en la ciudad y la Guardia Urbana. Sin embargo, no hay ningún servicio que haya visto rebajada la valoración.

El gobierno de Barcelona en Comú saca una nota de 6,3 sobre 10, tres décimas más que hace un año y la mejor calificación desde 1999. El 81por ciento de los encuestados aprueban la gestión municipal, la mitad de los que le dan un notable. Un 12 por ciento la suspende y el por ciento.