Los diputados salen de la crisis

Si por algo se caracteriza esta legislatura es por la división en el Parlament. Es visible en cada pleno debido, en gran parte, a un proceso soberanista que ha partido la Cámara en dos. Sin embargo, hay temas que suscitan un gran consenso como los presupuestos del propio Parlament, los cuales incluyen, entre otras cosas, las remuneraciones de los diputados. El pasado miércoles, en una jornada eclipsada por la presencia de Arnaldo Otegi en el Parlament, el pleno aprobó por amplísima mayoría –todos los grupos votaron a favor salvo la CUP, que se abstuvo– los presupuestos de la institución para 2016, los cuales alcanzarán los 53,1 millones de euros, un 2,3 por ciento más que el pasado año.

De este aumento destaca particularmente el capítulo dedicado a remuneraciones del personal. La partida destinada a altos cargos –aquí se incluyen los 135 diputados, así como algunos otros puestos clave– llegará en 2016 a los 7,07 millones de euros, un 5,51 por ciento más que en 2015 (6,7 millones). Este incremento, por tanto, se sitúa por encima del aumento general de los presupuestos en términos relativos, ya que las cuentas se elevan un 2,3 por ciento en su conjunto.

«El rigor presupuestario»

Pese al significativo aumento del gasto de 370.000 euros en altos cargos, el vicepresidente primero del Parlament, Lluís Coromines (CDC), destacó durante la presentación de los Presupuestos del Parlament que continúa «la contención del gasto y el rigor presupuestario», subrayando que las cuentas se mantienen un 18,97 por ciento por debajo del ejercicio 2010.

La partida que experimenta una subida mayor es la dedicada a personal funcionario, que pasa de 12,23 millones a 13,99 millones. La recuperación de la paga extra explica en buena parte este incremento de 1,7 millones de euros. Precisamente la recuperación de la extra es uno de los temas que causa inquietud entre los diputados, ya que no hay quien se atreva a dar el paso en un momento que sigue siendo delicado.

El Parlamento debe remitir ahora sus presupuestos al Govern para que los incorpore al proyecto de ley de presupuesto de la Generalitat para el 2016. Mientras éste no esté aprobado, el presupuesto de la cámara y los de los órganos estatutarios continuarán prorrogados.

Por tanto, todos los diputados mantendrán intactas sus nóminas entretanto. La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, es quien tiene una mayor renta (11.366 euros brutos cada mes). Por debajo se sitúan vicepresidentes del Parlament (8.312 euros brutos al mes), presidentes de grupos parlamentarios (7.300 euros brutos al mes) y portavoces de grupo (7.000) euros brutos al mes). Estas cantidades varían en función del lugar de residencia de cada uno de ellos, ya que el Parlament prevé dietas para compensar los desplazamientos de los que viven lejos de Barcelona.

El sueldo de los diputados también es variable, no sólo en función de su lugar de residencia sino también de los complementos que perciben. Según la tabla de retribuciones vigente, cada presidente de comisión legislativa percibió un complemento de 46.690,15 euros anuales brutos, los cuales se añaden al salario base de 37.330 euros. Un presidente de comisión específi ca – de seguimiento, de estudio o de in-vestigación–, por su parte, perci-bió un complemento ligeramente inferior, 44.818,28 euros. En esta legislatura se ha aprobado la creación de 15 comisiones legislativas (cinco más que en la IX legislatura) y otras siete específicas, lo que signifi cará un notable incremento de las retribuciones.

Así las cosas, la nómina bruta de un diputado en el Parlament puede oscilar entre los 5.500 y 6.500 euros. En la pasada legislatura, la práctica totalidad de los parlamentarios percibió complementos por cargo y tan solo hubo dos diputados rasos.

El Parlament también se encarga de realizar las transferencias a los grupos parlamentarios. En este caso, las cifras son prácticamente exactas respecto al año pasado. 15,9 millones en 2015 y 15,8 en 2016.

Resaca tras la visita de Otegi

La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, enmarcó dentro de «la más absoluta normalidad» la reunión que mantuvo el miércoles con el secretario general de Sortu, Arnaldo Otegi. «Hemos recibido a Otegi, como recibimos a cualquiera que apueste por el diálogo y la democracia», dijo en declaraciones a TV3. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por su parte, censuró la actitud de Forcadell por poner al Parlament a disposición de una persona que «jamás respetó la democracia, la libertad y los derechos humanos». «Lo hizo a iniciativa de un partido extremista como es la CUP, ante el cual algunos dirigentes políticos se han rendido», lamentó.