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La CUP agita a los «okupas» contra Colau

Uno de los concejales anticapitalistas en Barcelona hizo acto de presencia en el escenario de los disturbios. La capital catalana vive su tercera noche consecutiva de altercados

Josep Garganté , concejal anticapitalista en Barcelona, en los enfrentamientos de la noche del martes
Josep Garganté , concejal anticapitalista en Barcelona, en los enfrentamientos de la noche del marteslarazon

Uno de los concejales anticapitalistas en Barcelona hizo acto de presencia en el escenario de los disturbios. La capital catalana vive su tercera noche consecutiva de altercados

Los disturbios que vive el barrio de Gràcia en Barcelona amenazan con desestabilizar a la alcaldesa, Ada Colau, incómoda con la violencia de unos antisitema que la CUP ampara con su actuación política. Hasta el punto de que incluso el concejal de la CUP Josep Garganté hizo acto de presencia en el escenario de los disturbios, según desveló ayer Antena 3.

Gràcia vivió ayer su tercer día de altercados tras el desalojo el martes pasado del popular «Banco Expropiado», una antigua sucursal bancaria del barrio. Además, algunos locales echaron sus cierres el día anterior ante el temor de que los manifestantes se multiplicaran. Habían prometido «cinco noches de rabia» tras el desalojo y apenas se había cumplido el primero. A la postre, el primer «día de rabia» fue bastante menos violento que la jornada de protesta en sí. Pero para ayer, las diferentes casas «okupas» de la ciudad habían convocado hasta seis columnas con el objetivo de llegar a la plaza Revolució, a apenas unos 200 metros del «Banco Expropiado». Poco antes de las nueve de la noche, hora a la que estaba prevista la manifestación, apenas había 100 personas en la plaza, pero el ambiente era ya de calma tensa. El «hashtag» utilizado en las redes no podía ser más específico: «Rodeemos el banco». En apenas diez minutos, la primera columna llegó por la calle Verdi al grito de «el banco como Can Vies, al menos seis días». Y así hasta juntar unas 1.000 personas en la plaza. Hacia las 21:30 horas hizo acto de presencia el helicóptero de los Mossos, jaleado por los manifestantes mientras los antidisturbios montaban un cordón de seguridad en la calle que lleva de la plaza al «Banco Expropiado». Contra todo pronóstico, los manifestantes no intentaron entrar por esa calle, y la manifestación se movió. Los Mossos d’Esquadra blindaron el «Banco Expropiado» para evitar que los antisistema se acercaran.

La condena a los altercados fue prácticamente unánime, salvo por la CUP, claro. Colau optó por condenarlos y recordar a los jóvenes del «Banco Expropiado» que la oferta de cederles un local seguía en pie.

Mientras, el edil de la CUP Josep Garganté, «cazado» por las cámaras de Antena 3 en la segunda noche de altercados, supo ayer que la Audiencia de Barcelona considera «leves» sus presiones a un médico para que modificara el parte de lesiones de un mantero y ha rechazado la pretensión del fiscal de enviarle a juicio por un delito grave de coacciones y otro de falsedad documental. En un auto, la sección sexta de la Audiencia de Barcelona ha desestimado el recurso que la Fiscalía presentó contra la decisión del titular del juzgado de instrucción número 22 de Barcelona de enviar a juicio rápido a Garganté por un delito leve de coacciones –las antiguas faltas–, que no requieren investigación previa. Paralelamente, la Audiencia de Barcelona está pendiente de resolver el recurso que el abogado de Garganté, Eduardo Cáliz, presentó para pedir el archivo de la causa.