Nuevo director, nueva temporada

Exposiciones de peso, impulso a la investigación y nuevos accesos al Museu Picasso, entre los primeros objetivos.

El Museu Picasso de Barcelona inicia una nueva etapa y eso se nota en la programación que presentó ayer Emmanuel Guion, nuevo responsable del centro. Vuelven las exposiciones de peso, con permiso de la que hay ahora en este museo dedicada al cubismo en el París de la I Guerra Mundial. El pistoletazo de salida lo dará el 17 de marzo «Picasso. Retratos», con más de 80 obras, con la particular mirada del genio malagueño hacia Jean Cocteau, Guillaume Apollinaire, Max Jacob, Lee Miller, Dora Maar o Jaume Sabartés entre otros. Coproducida con la National Portrait Gallery de Londres, se reúnen obras maestras procedentes de medio centenar de centros.

El 25 de octubre se abrirán un total de tres exposiciones en el Museu Picasso. En «El taller compartido. Picasso, Fín, Vilató, Xavier» se le propone al visitante una mirada hacia lo que es el gusto por el grabado a partir de tres generaciones de la misma familia: el mismo Pablo Picasso, J. Fín, Vilató y Xavier, cuatro creadores con una misma pasión por la litografía.

En «Picasso Barcelona 1917» se ofrece conmemora el aniversario de la última visita larga del pintor a la capital catalana. Se expondrán todos los cuadros que Picasso realizó en ese momento, en el que regresa a Barcelona con motivo de la llegada al Liceu de «Parade», una producción de los Ballets Rusos de Serge de Diaghilev, para la que realizó los decorados y los figurines. Igualmente se presentará documentación inédita sobre esos días picassianos.

También hay material inédito en la retrospectiva que el museo dedica al insólito poeta-deportista-pintor-dadaísta Arthur Cravan. El 23 de abril de 1916 tuvo lugar un peculiar combate de boxeo en Barcelona entre Cravan y Jack Johnson que ya se ha convertido en un episodio de la mitología de la ciudad. Guion explicó ayer que ha encontrado en una colección particular en París mucha y nueva documentación sobre Cravan, entre ella los cuadros que pintó bajo seudónimo quien era sobrino de Oscar Wilde.

Igualmente el museo mostrará, a partir del 6 de abril, obras de otros artistas y que Picasso donó en 1970 a este centro. Son piezas de sus compañeros en la Barcelona de su juventud, como Carles Casagemas, Lluís Bagaria, Manolo Hugué o Manuel Pallarés, entre otros.

Pero estas no son las únicas novedades para el Museu Picasso. Entre ellas destaca la recuperación de un espacio, el Palau Finestres, que actualmente se encuentra cerrado en su segunda planta por obras de climatización. Se espera poder volver a abrir en verano para poder acoger las tres exposiciones que se inaugurarán el próximo 25 de octubre.

Guigon también quiere remodelar los accesos al centro, trasladando las taquillas e intentando acabar con las numerosas colas que ocupan la entrada por la calle Montcada. Otro de sus objetivos es modificar la planta baja, «un gran corredor que actualmente parece frío, sin luz, sin bancos». También se está estudiando una nueva ordenación de los fondos.

El responsable del Museu Picasso quiere que en el recorrido expositivo también que «se contextualice a Picasso en su época, incluso teniendo una sala dedicada a Els 4 Gats», algo para lo que se está hablando con el Mnac.

El impulso del estudio de la vida y la obra de Picasso será otro de los ejes, con la celebración en abril del Congreso Internacional Picasso e Identidad, que se celebrará en abril de 2017, así como la creación de un premio internacional que llevará el nombre de Jaume Sabartés.