Infraestructuras

Ocupan el edificio Borsí para «acoger refugiados»

Movimientos de la izquierda antisistema denuncian la «hipocresía» de Ada Colau por su política de asilo

Decenas de activistas «okuparon» el edificio Borsí tras participar en la manifestación del 1 de Mayo
Decenas de activistas «okuparon» el edificio Borsí tras participar en la manifestación del 1 de Mayolarazon

El ejecutivo de Ada Colau se ha empeñado en abanderar la causa de los refugiados, pese a los sucesivos toques de atención del gobierno autonómico y estatal por exceder de sus competencias.

La última de la alcaldesa ha sido organizar un fórum internacional sobre acogida e integración de personas refugiadas –que se celebrará hoy en el recinto modernista de Sant Pau– con una veintena de expertos y altos cargos europeos y, al que por cierto, no se ha invitado a ningún representante del Gobierno. El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, explicó ayer en la presentación de este congreso que ni siquiera lo han considerado porque la actuación del ejecutivo de Mariano Rajoy en esta crisis no representa «una buena práctica»: «Queda claro, cuando se comprometieron a acoger a 17.000 demandantes de asilo y sólo han recibido a 18», criticó.

No obstante, aunque el Ayuntamiento de Barcelona se afane en dar lecciones de buenas prácticas en políticas humanitarias y de asilo, como la idea de Colau de crear una red de ciudades refugio, su gestión no convence ni siquiera al conjunto de los movimientos de izquierdas. Así lo hicieron patente decenas de activistas que decidieron «okupar» la antigua Llotja de Barcelona (edificio Borsí), tras participar en la manifestación del 1 de Mayo, con la intención de convertirlo en un «FreeSpot». Es decir, un punto autogestionado para acoger a inmigrantes y refugiados, dentro de una red internacional de iniciativas similares.

«¿Ciudades refugio? Hipocresía de mierda». Con este cartel colgado en una fachada del inmueble, los «okupas» dejaron patente su enfado con la política de Colau y defendieron la necesidad de transformar el edificio en un punto de recepción «por la inacción de las instituciones». Reconvertido en «un lugar seguro en la ruta de los refugiados hacia sus destinos», fue bautizado por sus nuevos ocupantes con el nombre de «Mukhayyam», que en el idioma árabe significa campamento. Ubicado en la plaza de la Verónica esquina con la calle Avinyó, en pleno corazón del barrio Gòtic de Barcelona, acogió desde los años 60 hasta 2009 la Escuela de diseño y arte La Llotja, que se tuvo que trasladar por su mal estado, tras la caída de un techo. Hace apenas un año, la productora Mediapro estudiaba ubicar allí un museo dedicado al director de cine Woody Allen, en base a su vínculo con la ciudad a raíz del rodaje de «Vicky, Cristina, Barcelona».

Pero del proyecto nunca más se supo. En campaña, BComú prometió recuperar el edificio Borsí para destinarlo a la formación artística, pero todo quedó en «stand by». Ahora, la izquierda anticapitalista ha decidido darle un nuevo uso, a expensas de la dejadez de la Generalitat con un inmueble considerado referente cultural.

Los Mossos d’Esquadra confirmaron ayer que la antigua Llotja sigue «okupada», por lo que el líder municipal del PP, Alberto Fernández, exigió su desalojo inmediato «antes de que pasen 48 horas y sea necesario judicializar el caso». También pidió la cesión del edificio al Govern para que pueda pasar a manos del Consistorio y que pueda tener «un destino social y, sobre todo, de barrio».