Elecciones catalanas

PP, PSC y C’s reivindican el texto constitucional con acentos diferentes

García Albiol acude sin complejos a una manifestación en Vía Laietana y reprocha a Arrimadas e Iceta su ausencia. La candidata de Ciutadans y el candidato de los socialistas coinciden en la necesidar de reformar la Constitución.

Xavier García Albiol saludando ayer a los manifestantes.
Xavier García Albiol saludando ayer a los manifestantes.larazon

García Albiol acude sin complejos a una manifestación en Vía Laietana y reprocha a Arrimadas e Iceta su ausencia. La candidata de Ciutadans y el candidato de los socialistas coinciden en la necesidar de reformar la Constitución.

La Constitución cumplió ayer 40 años, una edad algo crítica en la vida de los humanos, que suelen constatar a esas alturas que la juventud es un tesoro efímero y que no hay más remedio que asumir nuevos paradigmas. Otros, en cambio, se consuelan con aquello de que «los 40 son los nuevos 30» y así terminan de un plumazo con los rigores de la edad. Salvando las distancias, PP, PSC y Ciutadans tuvieron ayer un debate semejante durante el aniversario de la Constitución, un texto que reivindicaron con acentos diferentes.

Xavier García Albiol se unió sin complejos a la manifestación convocada por la entidad «Espanya i Catalanas» y recorrió la Vía Laietana junto a unos 12.000 ciudadanos que expresaron su cabreo con Carles Puigdemont y con el antiguo Govern independentista. El candidato del PP repartió besos y saludos, se mostró contento de estar con los suyos, pero lamentó que los cabezas de cartel de Ciutadans y PSC no estuvieran junto a él en primera línea de este acto.

«Me siento muy satisfecho de haber sido el único candidato constitucionalista que se ha manifestado en defensa de la Constitución junto a miles de personas, pero echo de menos al resto ahora que estamos trabajando por el cambio y en favor de un gobierno alternativo», dijo en alusión a Inés Arrimadas y Miquel Iceta.

homenajes

Los aludidos tenían planes diferentes. Iceta se desplazó al teatro Can Palots, en Canovelles, donde gobierna uno de los alcaldes del PSC, Emiliano Cordero, y desde allí reivindicó la necesidad de acometer una modificación en la ley de leyes. «Sólo los que quieren de verdad a la Constitución quieren reformarla para que viva muchos y muchos años más», afirmó. Y añadió, en este sentido, que los socialistas quieren reformar la Carta Magna para actualizarla y adaptarla a los cambios surgidos en los últimos 39 años, «los mejores de la historia de España».

En todo caso, Iceta quiso volver la vista atrás para ensalzar «el gran pacto y esfuerzo de consenso» que supuso la redacción de su texto, y rememoró a varios protagonistas del momento, como el socialista Jordi Solé Tura y el expresidente Adolfo Suárez. «Fue difícil, pero logramos poner de acuerdo a gente muy diferente, y los socialistas podemos decir con orgullo que participamos en aquel pacto y lo defendimos», afirmó con orgullo.

Arrimadas, por su parte, defendió que solo un partido «reformista, centrista y sensato» como el suyo puede mejorar la Constitución, y llamó a votar el 21D con la «misma ilusión y esperanza» con las que se votó en 1978 este «proyecto de convivencia».

Ciutadans, al igual que el PSC, no quiso ir a rebufo de ninguna entidad y celebró un acto de campaña en la plaza Universidad de Barcelona, el que también participaron el secretario general de C’s, José Manuel Villegas, y el catedrático de Derecho Constitucional Francesc de Carreras.

Arrimadas, en su discurso, puso en valor el «proyecto de convivencia» de la Constitución del 78, sus valores como el de la unidad, la libertad o el pluralismo político, que han dado a España su «mayor etapa de paz, prosperidad y democracia en toda la historia». No obstante, y con el «deber histórico» de que siga vigente, la candidata a las catalanas del 21D abogó por reformarla y «cuidarla», a diferencia de lo que han hecho los «viejos partidos» como el PP y el PSOE o frente a los independentistas y su «identidad excluyente», que quieren «destruirla».

El debate de ayer, en realidad, es el mismo debate de los últimos años. La reforma ha dejado de ser un tema tabú, pero los reformistas no se ponen de acuerdo en concretar cuál debería ser el alcance de esa reforma. Hay quien sugiere que debería modificarse lo menos posible e incluso con que bastaría con añadir alguna disposición. Hay quien propone un lavado de imagen integral. Todo muy típico de los 40, esa edad en la que uno no se conforma con envejecer con buena salud, lo verdaderamente importante.