Retrato de Miguel Milá

Un documental muestra la vida y la obra de uno de los indiscutibles grandes maestros del diseño industrial.

Miguel Milá es sinónimo de uno de los grandes maestros del diseño en nuestro país, un veterano que ha creado escuela y con un trabajo que combina el rigor y la honestidad. Sus lámparas de pie –como la mítica TMM– o sobremesa, sus bancos o sus chimeneas son todo un referente, un trabajo propio de un artesano.

A sus 84 años, Milá sigue en activo y protagoniza un documental del realizador Poldo Pomés y Santa & Cole y que podrá verse la próxima semana en La 2. En primera persona, Milá –quien el pasado año fue distinguido con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes– hace balance de su carrera y para ello cuenta con la colaboración de nombres tan destacados como los de los arquitectos Federico Correa y Juli Capella, los diseñadores André Ricard, Gonzalo Milá y Curro Claret o Fernando Amat, propietario de la desaparecida tienda Vinçon. Es precisamente en ese lugar, a los cuatro días de que cerrara sus puertas y con sus salas vacías, por donde pasea Milá en el documental para mostrar algunos de sus más emblemáticos trabajos, resumen de medio siglo de trabajo.

Pomés explicó que su interés por Milá no es reciente porque «él forma parte de mi vida. He crecido con sus pieza. Por eso es el mejor. Es de la familia». Por su parte, Nina Masó de Santa & Cole, habló de la relación de tres décadas que su firma ha venido manteniendo con el veterano diseñador.

Irónico, emocionado y lúcido, Milá asistió ayer a la proyección de «Miguel Milá. Diseñador industrial e interiorista. Inventor y bricoleur» y que tuvo lugar ayer en Il Giardinetto de Barcelona, rodeado de amigos y periodistas. «El diseño es emoción, es vida y yo lo vivo. Por eso creo que todavía queda mucho por hacer», dijo añadiendo que en la actualidad está trabajando en los muebles para una casa, «aunque prefiero los autoencargos que son los que me salen siempre bien».

El diseñador, que se mostró muy feliz con la película de Poldo Pomés y que ha sido el resultado de dos años de trabajo, reivindicó la artesanía porque «todos mis trabajos comienzan con ella. Ahora parece que la artesanía está renaciendo, pero a mi me gusta especialmente porque puedes ir evolucionando con ella». Eso sí, admite que hay algo que no diseñara: «¿un móvil? ¡qué horror!»