Gastronomía

Santa Gula, homenaje a la tradicional casa de comidas

Este restaurante apuesta por una cocina de mercado pura, en la que la máxima es respetar la temporalidad del producto

El interior del restaurante está marcado por la luz blanca y la claridad, capitanizado por la madera limpia y el parquet, lo que convierte al comedor en un lugar ideal para tomarse una pausa y pasar un rato agradable lejos del estrés y la velocidad exterior
El interior del restaurante está marcado por la luz blanca y la claridad, capitanizado por la madera limpia y el parquet, lo que convierte al comedor en un lugar ideal para tomarse una pausa y pasar un rato agradable lejos del estrés y la velocidad exteriorlarazon

Este restaurante apuesta por una cocina de mercado pura, en la que la máxima es respetar la temporalidad del producto.

El restaurante Sant Gula, ubicado en el barrio de Gracia, abrió hace cuatro años sus puertas con la pretensión de emular y hacer honor al concepto de la tradicional Casa de Comidas. entendida como un establecimiento de restauración en el que se ofrece al cliente «lo que hay en el mercado». «Y en el Santa Gula hacemos cocina de mercado pura», señala Nacho Núñez, propietario del restaurante junto con dos socios más.

«Todos nuestros platos son de temporada», asegura el dueño, quien además indica que, a consecuencia de ello, «cada 15 días cambiamos el menú». Se trata de un concepto «romántico» de la gastronomía: «Nosotros seguimos la temporada y no al revés», comenta Nacho, «lo que nos lleva a trabajar con productos de gran calidad y adaptando nuestra oferta a los que nos da cada estación».

En este contexto, en la cocina del Santa Gula se busca respetar al máximo la materia prima, cuyo sabor debe ser siempre reconocible en cualquier elaboración, lo cual no significa necesariamente que las creaciones de este restaurante no denoten un toque personal y singular. «Hacemos platos reconocibles, en los que se identifica la materia prima con facilidad, pero le damos una vuelta al producto y buscamos un toque innovador sin llegar a complicarlo mucho», explica el propietario.

Para Nacho Núñez, quien al igual que el resto de socios ha vivido en el extranjero y ha conocido diferentes cocinas del mundo, «la propuesta del Santa Gula tiene un toque internacional o de itinerancia». «La base es un cocina local y catalana, con mucho producto de proximidad y guiños a las gastronomías asíaticas, suramericanas...», añade.

Y todo ello se presenta en una carta desestructurada, en la que no se diferencian entre primeros y segundos platos, donde todo, incluidos los postres, son de elaboración casera, y la cual fomenta el concepto de compartir. «El Santa Gula es como un bistro de cocina local», señala al respecto el dueño, quien además también quiere poner de relive su carta de vinos. «Es una carta muy variada, en la que hay de todo, donde los vinos están categorizados y que rota mucho, ya que la cambiamos cada tres meses aproximadamente», explica.

Ambiente nórdico y familiar

En lo que se refiere al ambiente del local, de pequeñas dimensiones y muy acogedor, se ha apostado por crear un entrono familiar, como si se tratara del salón de una casa. En este sentido, sorprenden las estanterías de madera sobre las que reposan libros y que se extienden a lo largo de casi todo la pared que separa el comedor de la cocina, las cuales contrastan con los muros de ladrillo blanco. «La decoración tiene un estilo nórdico, muy cálido, con mucha madera», señala Nacho Núñez. quien define el establecimiento como «gastronómico informal».