Barcelona

Senadores de CiU piden trasladar el Pleno para acudir a apoyar a Mas

La tramitación de la reforma del TC coincide con su declaración

La Razón
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Convergència Democrática está poniendo toda su maquinaria a funcionar para convertir las declaraciones ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de Irene Rigau, Joana Ortega y Artur Mas, por su actuación en el 9-N, en una demostración de fuerza frente al Estado español. Las numerosas movilizaciones de protesta convocadas, unidas a la cuidada escenografía en la que los imputados aparecen arropados por la práctica totalidad del Gobierno en funciones, ha llevado al Grupo Parlamentario Catalán de CiU en el Senado a intentar modificar el orden del día de la Cámara Alta para no ausentarse de los actos de apoyo al president que tendrán lugar el jueves. Según fuentes consultadas por LA RAZÓN, el portavoz de CiU solicitó en la Junta de Portavoces de la semana pasada –que fijó el orden del día del Pleno de la actual– trasladar, adelantando la fecha, la tramitación de la proposición de reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional prevista para mañana, ya que coincidía en fecha con la declaración de Artur Mas ante el TSJC y no querían faltar a su cita con el president.

Ante la negativa de la Junta de Portavoces a modificar la agenda prevista por semejante razón, los senadores convergentes previsiblemente se ausentarán de un Pleno en el que se tratará una de las últimas grandes medidas de la legislatura y que afecta, además, directamente a Cataluña, pues la reforma del Tribunal Constitucional le permitirá multar e incluso suspender las funciones de aquellos funcionarios y gobernantes que no acaten sus sentencias y resoluciones, una potestad que –aunque es aplicable a todas las administraciones– está pensada para un posible escenario de declaración unilateral de independencia en Cataluña.

La reforma del Tribunal Constitucional pasó hace escasamente un mes su primer examen en el Congreso de los Diputados, donde recibió el rechazo de la oposición en pleno. Su tramitación en el Senado, paso previo para su aprobación definitiva, tampoco estará exenta de críticas, aunque el sector catalán –articulado por los senadores de CiU, la Entesa Pel Progrés y parte del Grupo Mixto– se verá seriamente mermado al no contar entre sus filas con los convergentes, que prefieren apoyar a un imputado por un supuesto delito de desobediencia, en vez de cumplir con las funciones que los ciudadanos les han encomendado, y que emanan del mismo Estado contra el que han iniciado su cruzada particular.