Literatura

Literatura

Un feliz brindis literario

El Grupo Planeta volvió a reunir a sus autores para una comida de celebración en un Sant Jordi que superó todas las expectativas

Patrici Tixis, Inés Arrimadas, José Creuheras y Santi Vila
Patrici Tixis, Inés Arrimadas, José Creuheras y Santi Vilalarazon

Si el día de Sant Jordi fuera un partido de fútbol, en la primera parte de la jornada los editores, escritores y libreros ya ganaban al menos por cinco a cero.

Si el día de Sant Jordi fuera un partido de fútbol, en la primera parte de la jornada los editores, escritores y libreros ya ganaban al menos por cinco a cero. Era momento para un merecido descanso y coger fuerzas para la segunda parte. Como es ya tradicional, el Grupo Planeta reunió a toda su parrilla de autores en el Hotel Gallery, en una comida amena que sirvió para confirmar que Sant Jordi no cierra en domingo.

José Creuheras, presidente del Grupo, hizo de maestro de ceremonias de un Santi Vila, conseller de Cultura de la Generalitat, que se congratulaba del éxito de la jornada. «Una Diada como la de Sant Jordi sirve para que el placer de leer sea un hábito cada vez más cotidiano», dijo.

Aunque las estrellas de la comida, como no podía ser de otra forma, eran los escritores, algunos realmente exhaustos por una mañana de infarto. Como Dolores Redondo, que llegó y fue directa apor un vaso de agua. «Es fantástico y cada vez parece ser más frenético, pero tengo fuerzas. Lo que más me dicen los lectores es que escriba más, que escriba ya la siguiente y no les deje solos», dijo la flamante Premio Planeta de novela.

En las mesas, se veía a Donna Leon saludando afectuosamente a Siri Hustvedt, mientras Jorge Zepeda Patterson no dejaba de hacerla fotos con el móvil. «Soy un gran fan», decía éste. La lista de autores era de relumbrón, de Gabi Martínez a Carme Chaparro, de Mónica Carrillo a Fernando Aramburu, de la modelo Vanesa Lorenzo a Antonio Iturbe. Espido Freire recordaba cómo éste era su vigésimo Sant Jordi, lo que se dice pronto, mientras Paula Bonet saludaba a un complacido Leopoldo Badía.