Joyería

Un souvenir para Audrey Hepburn

Las hermanas Domingo se rebelan contra el turismo de chancleta con Rosa de Barcelona: joyas, vinos y otros recuerdos exquisitos.

Artesanía y elegancia son dos de los rasgos de Rosa de Barcelona, una firma que comercializa, entre otras cosas, las joyas artesanas de Solsona.
Artesanía y elegancia son dos de los rasgos de Rosa de Barcelona, una firma que comercializa, entre otras cosas, las joyas artesanas de Solsona.larazon

Las hermanas Domingo se rebelan contra el turismo de chancleta con Rosa de Barcelona: joyas, vinos y otros recuerdos exquisitos.

Hace unas semanas, un grupo de 50 personas disfrazadas con pelucas entraron en el Hotel Catalonia Magdalenas y destrozaron el vestíbulo en 30 segundos. El asalto se suma a las pintadas aparecidas en el Park Güell que envían a los turistas a su casa. La presión turística que alimenta el precio de los alquileres y la gentrificación de barrios como el Gòtic, suscitan turismofobia, un movimiento que amenaza al que es de largo el sector que más aporta al PIB de la ciudad, un 15 %. Pero incluso esta Barcelona que alza la voz contra los excesos del turismo, reconoce que no puede vivir sin él. Ante al «tourist go home», las hermanas Domingo, Maria Rosa, Mari Ángeles y Meritxell, criadas en el Penedés, se rebelan y dicen «welcome, tourist». Y lo hacen con una colección de «souvenirs con clase», piezas inspiradas en Barcelona de las que se pueden enamorar también sus ciudadanos.

«Hay que repensar qué destino turístico queremos ser. Entre París y Benidorm, nos quedamos con París», reivindica Meritxell, la benjamina de la familia Domingo. Su filosofía recupera la canción con la que Los Manolos despidieron los Juegos Olímpicos: «Amigos para siempre».

Pasan los años, irrumpen las «it girls», pero Audrey Hepburn sigue siendo la reina de la elegancia. Y ¿qué se llevaría Audrey Hepburn como recuerdo de Barcelona? Con esta pregunta como inspiración, las tres hermanas han diseñado una colección que tiene el panot de Barcelona, la flor de Josep Puig i Cadafalch, como centro. Todo empezó con un dibujo, el de una rosa hecha con dos panots, «el de la tradición y el de la elegancia», cuenta Meritxell. Un dibujo que da nombre a la firma, Rosa de Barcelona, y tanto distingue su colección de botellas de cava gran cuvée del Penedés y vino del Priorat, aceites arbequinos de Costers del Segre, delicados chocolates con sabor a mona de Pascua, una tradición muy catalana, como inspira unas elegantes joyas de gama alta elaboradas por artesano de Solsona.

Meritxell explica que su rosa tiene mucha simbología, no sólo es el regalo que los enamorados dan a el 23 de abril, un guiño a la tradición catalana, también es una flor que quiere que se interprete como recuerdo de la ciudad. «Nuestros vinos gustan mucho a los chinos, el cava, a alemanes y noruegos, y los árabes son unos enamorados de nuestras joyas», cuenta Meritxell. Pero aunque sus productos pueden encontrarse ahora en un corner del aeropuerto de Barcelona, además de la web, hoteles y pisos turísticos como detalle de bienvenida, tienen en marcha abrir la «flag store», donde los vecinos de Barcelona también podrán adquirir unas piezas que tienen como lema, una frase de la dulce bohemia loca Lullamy de Desayuno con Diamantes: «La elegancia es la única belleza que nunca se desvanece».