Barcelona

Visitando los jardines de Rusiñol

El Museo del Modernismo de Barcelona dedica una exposición a la obra del gran artista

Una imagen del pintor y escritor Santiago Rusiñol, protagonista de una exposición
Una imagen del pintor y escritor Santiago Rusiñol, protagonista de una exposiciónlarazon

El Museo del Modernismo de Barcelona dedica una exposición a la obra del gran artista.

Santiago Rusiñol es uno de esos nombres que no necesita presentación alguna. Prácticamente cualquiera de sus pinturas representa todo un hito en la historia del modernismo en Cataluña. Por eso se puede calificar de imprescindible la exposición que acaba de abrir sus puertas en el Museo del Modernismo de Barcelona y que se centra en uno de los temas favoritos del pintor: los jardines españoles.

La muestra presenta un conjunto de piezas, procedentes de varias colecciones privadas, trece de ellas de la serie llamada «Jardins d’Espanya», además de otras 28 pinturas del mismo tema. De esta manera, el visitante de la exposición puede contemplar la mirada de Rusiñol hacia estos espacios situados en ciudades tan queridas como Sitges, Granada, Valencia, Xàtiva, Tarragona, Barcelona y Aranjuez. Fue en esta última población donde Rusiñol encontró sus jardines preferidos, además de ser el lugar en el que falleció en 1931. En el momento de su muerte, Santiago Rusiñol trabajaba en una obra que no pudo concluir, pero que hoy puede contemplarse en esta muestra que se complementa con la exhibición de cuatro ejemplares de «Jardins d’Espanya». El volumen fue creado por Rusiñol en 1903, recopilando en él 40 láminas de sus cuadros, una selección que llevó a cabo él mismo, y que también contaba con poemas de autores como Manuel Machado, Eduardo Marquina, Joan Alcover, Ramón Pérez de Ayala, Juan Ramón Jiménez, Miquel Costa i Llobera, Apel·les Mestres o Joan Maragall. Este diálogo entre pintura y poesía sigue siendo hoy fascinante.

En la propuesta, comisariada por Mercedes Palau-Ribes, con el asesoramiento de Francesc Fontbona, podemos constatar la fuerza de la pintura de Rusiñol, su capacidad para plasmar en la tela el colorido de estos paisajes, además de jugar con el agua y la luz, elementos que repite en muchos de estos cuadros.

Una buena oportunidad de conocer mejor a este gigante del arte catalán.