Valencia

Bonig y Contelles

Cabe imaginar que han medido bien sus fuerzas y contado su tropa en su tenaz órdago

La Razón
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Cabe imaginar que han medido bien sus fuerzas y contado su tropa en su tenaz órdago

La tesis del conde Lozano en las «Mocedades del Cid», de Guillén de Castro (en mi bachiller se estudiaban estos autores) casi nunca produce buenos efectos ni es una buena consejera para solucionar los problemas. El «defendella, y no enmendalla», más conocida popularmente por «sostenella y no enmendalla», ha sido abrazada al parecer por Mari Carmen Contelles y, en consecuencia, por Isabel Bonig, y puede traerles, les está trayendo ya, complicaciones innecesarias.

Me refiero a su insistencia en adherirse a las propuestas de PSOE, Compromís, Podemos e Izquierda Unida contra los Presupuestos Generales del Estado, o lo que es lo mismo contra Mariano Rajoy, con lo que le ha costado al hombre sacarlos adelante y salvar la legislatura.

La rebelión pública no es la vía más aconsejable en un partido nacional para lograr objetivos ni para merecer el reconocimiento de quienes se sienten agredidos. Más útil suelen ser los despachos , los argumentos y el diálogo con los responsables de las cuentas, como es el caso.

Imagino que tanto Bonig y Contelles han medido bien sus fuerzas, revisado perfectamente a la tropa y su fidelidad, y meditado sobre la solidez de su contrincante. Y no me refiero a Vicente Betoret.

Lejos de mí dar consejos. Como mucho opino, generalmente por indicación de mi amigo Rogelio, quien me susurraba ayer «a Madrid no le importa una tercera opción», en referencia al persistente órdago. Se refería obviamente a la batalla por la Presidencia del PP en la provincia de Valencia. Así es la vida.