Valencia

Ciutat Vella será más verde, peatonal y residencial

El nuevo Plan Especial de Protección (PEP) del centro histórico de Valencia prevé actuaciones para ordenar y proteger los valores culturales del barrio

Los técnicos municipales Ignacio Díez, Inés Esteve y Mercedes Casanova, junto al concejal de Desarrollo Urbano y Vivienda del Ayuntamiento de Valencia, Vicent Sarrià, ayer durante la presentación del PEP
Los técnicos municipales Ignacio Díez, Inés Esteve y Mercedes Casanova, junto al concejal de Desarrollo Urbano y Vivienda del Ayuntamiento de Valencia, Vicent Sarrià, ayer durante la presentación del PEPlarazon

El proyecto del nuevo Plan Especial de Protección (PEP) de Ciutat Vella pretende unificar en un solo documento los cinco planes especiales de protección y reforma interior y los cuatro de protección del centro histórico de Valencia. El objetivo del Ayuntamiento es solucionar algunos de los problemas que arrastra esta zona desde hace años. Entre ellos, la resolución de los conflictos que aún persisten en el barrio o la revisión pormenorizada del patrimonio arquitectónico no monumental para su recuperación. En este punto, los técnicos del Consistorio calculan en medio millar los edificios que deberían someterse a estudio para conocer si tienen o no interés para el patrimonio cultural de la ciudad.

El PEP también servirá para controlar los edificios abandonados, ya sea por bloqueo administrativo, por cargas urbanísticas o porque las promotoras fueron incapaces de terminar el trabajo. Asimismo, se reconsiderarán las unidades de ejecución a fin de conocer si merece la pena mantenerlas o modificarlas.

De igual modo el plan prevé una protección especial del comercio tradicional, una solución a la problemática de los apartamentos turísticos - «seguramente deberán ser bloques, aunque estamos dándole vueltas a flexibilizar los otros casos», según avanzó el concejal de Desarrollo Urbano y Vivienda, Vicent Sarrià»- y la reordenación de los espacios a favor del peatón, aumentando las zonas verdes y el carril bici.

Al equipo de Sarrià le preocupa también la falta de arraigo del uso residencial, Según explicaron, a finales de la década de los años cincuenta, Ciutat Vella contaba con una población de 50.000 personas. Actualmente el censo es la mitad. Por ello es uno de los aspectos que se han previsto en el PEP, cuya elaboración se abrirá a las aportaciones de colectivos ciudadanos, profesionales y vecinales.

Este plan nace tras detectar que la actual normativa urbanística en la zona «no contribuye ni a la agilidad administrativa, ni a la revitalización, ni a la mejora del casco histórico».

«Ciutat Vella es un espacio en el que conviven realidades muy distintas, barrios muy distintos y con tipologías que hay que armonizar», expresó el concejal.