Alicante

Echávarri lleva Alicante a la parálisis

La contrata de limpieza de los colegios y los edificios públicos sigue sin adjudicarse, la resolución de licencias se eterniza mientras amenaza la prórroga de los presupuestos

El alcalde socialista de Alicante, Gabriel Echávarri, durante su comparecencia del miércoles
El alcalde socialista de Alicante, Gabriel Echávarri, durante su comparecencia del miércoleslarazon

La contrata de limpieza de los colegios y los edificios públicos sigue sin adjudicarse, la resolución de licencias se eterniza mientras amenaza la prórroga de los presupuestos

El alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri ha conseguido poner de acuerdo al PP, Ciudadanos, Compromís y a Podemos. Todos piden al primer edil que dimita como primer paso para resolver la situación que vive la ciudad que, según los populares, es de parálisis total.

Echávarri se niega a dejar la vara de mando pese a su procesamiento por el fraccionamiento de contratos y su citación como investigado por el despido de una interina. Está dispuesto a gobernar con tan solo a seis de los 29 concejales.

Contratos públicos de tanta importancia como el de la limpieza de los colegios y de los edificios públicos siguen sin adjudicarse dos años y medio después de que el tripartito formado por PSPV, Compromís y Guanyar Alacant (Podemos) llegasen al poder. Desde el PP aseguran que las diferencias de opinión entre los socios de Gobierno ha hecho imposible llegar a acuerdos en la adjudicación de estos y otros servicios esenciales, por lo que estos se están prestando sin que se hayan sacado a concurso.

El comercio es otro de los afectados. Se suprimió la libertad horaria en la zona centro de la ciudad y tuvo que intervenir el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para que al menos, se hiciese una excepción durante la celebración de la Volvo Ocean Race.

Además, la tramitación de licencias, tanto urbanísticas como la requerida para nuevos negocios, está colapsada y llegan a esperar hasta un año para recibir respuesta.

El tripartito tampoco ha ayudado a que Ikea se instale en la ciudad, tal y como preveía el anterior PGOU.

La situación en la ciudad ha ido empeorando hasta tal punto que incluso el mes pasado dos grandes cruceros anunciaron que dejaban de hacer escala en el puerto de Alicante, con lo que se pierden más de 45.000 turistas.

«Estamos viviendo una crisis institucional sin precedentes», asegura el portavoz del PP, Luis Barcala, quien anunció ayer que pedirá la convocatoria de un pleno extraordinario para abordar la situación de la ciudad.

Insistió en que el alcalde socialista que «ha obtenido peores resultados de la historia no está legitimado para gobernar».

Pero su crítica va más allá a la actitud del alcalde. Denuncia que sus socios de Gobierno le han dejado solo sin tener en cuenta en la situación en la que queda el Consistorio. «Deben asumir su responsabilidad y no salir huyendo. Si el problema es Echávarri que presenten una moción de censura».

Barcala insiste en que los funcionarios no saben quién manda, y «no se toman decisiones» y advierte de las nefastas consecuencias que conllevará la prórroga de los Presupuestos.

El PSPV continuó ayer defendiendo a Echávarri. El vicesecretario general del PSPV, Manuel Mata, aseguró que se está produciendo un «linchamiento» contra Echávarri.

Por su parte, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, pidió al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que intervenga en esta cuestión para evitar que la ciudad siga sumida en este descrédito.