Agricultura

El clima reduce un 30 % el rendimiento agrario valenciano

El Consell presentará una propuesta al Gobierno para que los productores reciban ventajas fiscales por estas pérdidas

La Conselleria recuperará el modelo de sistematización de las alteraciones del clima y sus consecuencias en el campo para que todo quede registrado
La Conselleria recuperará el modelo de sistematización de las alteraciones del clima y sus consecuencias en el campo para que todo quede registradolarazon

Las condiciones meteorológicas de la Comunitat Valenciana han provocado durante esta campaña una bajada del rendimiento de entre el 20 y el 30 por ciento, en función del cultivo, en la mayor parte del territorio. La falta de agua, el excesivo calor y el pedrisco del principio de año, se ha hecho notar en los cultivos. Por ello, la Conselleria de Agricultura presentará al Ministerio del ramo una propuesta para que estos productores reciban una minoración impositiva del 30 por ciento por estas pérdidas.

Así lo explicó ayer el secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero, tras mantener una reunión con representantes de las organizaciones agrarias, quienes aportaron sus propios datos sobre rendimiento agrario por las condiciones climatológicas. Según el Informe de Descensos Extraordinarios de Rendimientos de las Actividades Agrícolas y Ganaderas, en enero de 2015 las heladas provocaron daños en la alcachofa de Castellón y el viento y el rocío afectaron a la cebolla en Valencia.

En febrero, las heladas perjudicaron a los cítricos en toda la Comunitat, la alcachofa, habas verdes, patata y aguacate y níspero en Alicante, el aguacate, albaricoque, ciruela, melocotón, almendra y alcachofa en Valencia. En marzo, las heladas afectaron al almendro de Castellón.

Por contra, en mayo las altas temperaturas incidieron de modo generalizado en la cosecha de agrios de la fruta que estaba en el árbol y en la floración y cuajado de la próxima cosecha.

De junio a septiembre se produjeron episodios localizados de granizo que afectaron a la producción de numerosas hortalizas, así como a frutales no cítricos y cítricos, olivar y viñedo. En el mes de junio fue destacable el calor generalizado. En octubre, las lluvias provocaron daños en el granado en Alicante. En noviembre y diciembre, las altas temperaturas y la ausencia de precipitaciones incrementaron el consumo de agua de riego con respecto a los valores normales en Alicante y Valencia.

Mulero indicó que se va a recuperar el modelo de sistematización de las alteraciones del clima y sus consecuencias en el campo para que todo quede registrado de forma inmediata y no existan datos contradictorios. Destacó que durante los últimos años no se realizaba un control riguroso de estos daños, por lo que los informes que se presentaban al Ministerio no eran del todo certeros.