Valencia

El Consorcio elimina espacio para comercios en la Marina

El alcalde Valencia insiste en que la deuda de más de 400 millones debe ser asumida por el Gobierno central.

El tinglado dos ya no albergará un mercado «gourmet» sino una «plaza pública»
El tinglado dos ya no albergará un mercado «gourmet» sino una «plaza pública»larazon

El alcalde Valencia insiste en que la deuda de más de 400 millones debe ser asumida por el Gobierno central.

El tinglado número dos de la Marina de Valencia, que iba a estar destinado aun mercado «gourmet», será finalmente una «plaza pública» para el uso de vecinos y asociaciones. Así consta en el plan estratégico elaborado por el Consorcio Valencia 2007 y que fue presentado ayer ante la Junta de Gobierno del Ayuntamiento por su director gerente, Vicent Llorens.

«El planificador que no sabe planificar pone comercio», dijo Llorens, quien aseguró que aunque no tiene nada en contra de este sector, este espacio debe destinarse a otros usos. En cuanto a los tinglados cuatro y cinco «serán contenedores de cultura y creatividad empresarial».

Explicó que según el plan económico financiero, está previsto que a partir de 2018 o 2019 la Marina empiece a dar beneficios. Este plan será presentado ahora a la Generalitat y al Gobierno central y, a continuación, pasará una fase de «participación pública» antes de ser aprobados «por unanimidad» por el consejo rector del Consorcio.

Pero para ello, dijo, está pendiente que el Gobierno decida si este órgano corresponde al Ministerio de Hacienda o a Vicepresidencia del Gobierno.

Llorens incidió en que la misión de la Marina tiene «una premisa clara: la recuperación del frente marítimo», y por eso la estrategia se ha centrado en convertirla en «la gran plaza pública de la ciudad en contacto con el mar, con vocación de recuperar y facilitar a la ciudadanía el uso de ese espacio público».

Además, consideró que la Marina debe centrarse en la activación productiva porque ha de ser una «máquina, un polígono de generación economía y empleo, centrada en la mezcla de actividades alrededor de la innovación, la creatividad, las nuevas fórmulas de la producción y del trabajo».

Por su parte, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, reiteró que el Ayuntamiento no piensa hacerse cargo de su parte de la deuda de 440 millones de euros del Consorcio, sino que esta debe ser asumida por el Gobierno central como ya pasó con «Sevilla o Barcelona».

En cuanto al plan estratégico de la Marina, lo calificó de «muy ilusionante e interesante» y aseguró que demuestra que «la Marina comienza a dejar de ser una zona de grandes eventos con la que no se sabía qué hacer y ahora ya se está saliendo del túnel». «La Marina será el gran espejo desde el mar de la ciudad», dijo el primer edil.