Impuestos

El PSPV cede en la subida del IBI a cambio de aprobar ayudas al comercio

Los socialistas votaron la semana pasada en contra del incremento porque afecta a 300 establecimientos de la capital valenciana

Un instante del pleno del Ayuntamiento de Valencia celebrado ayer
Un instante del pleno del Ayuntamiento de Valencia celebrado ayerlarazon

Los socialistas votaron la semana pasada en contra del incremento porque afecta a 300 establecimientos de la capital valenciana

El equipo de Gobierno de Valencia (Compromís, PSPV y València en Comú) acordaron ayer crear una línea de ayudas nominativas que favorezcan a algunos de los 300 comercios que se verán afectados por la subida del Impuesto Sobre Bienes Inmuebles (IBI).

Pese a que los socialistas han mostrado su disconformidad respecto a los ratios que se aplicarán para llevar a cabo este incremento (Compromís y València en Comú querían un mayor gravamen a lo locales con un valor catastral de 250.000 euros, mientras que el PSPV exigía que fuera a partir de los 350.000) y la semana pasada llegaron incluso a votar en contra en la Junta de Gobierno, ayer optaron por dar el visto bueno a la propuesta del equipo de Joan Ribó.

El concejal de Hacienda, el socialista Ramón Vilar, admitía en pleno que había «discrepancias» en el tripartito sobre el IBI y que la medida adoptada, «no coincidía» con la del PSPV, aunque la «asumieron» como parte del gobierno.

Respecto a las subvenciones aprobadas explicó que serían para comercios cuya titularidad corresponda a autónomos o microempresas (hasta diez empleados), según criterios como el arraigo, la promoción del valenciano en la cartelería o el uso de materiales reciclables. Además, también se estudia una línea para bares y cafeterías e incluso una para ayudar a la economía cultural.

«Mala imagen»

Tampoco fue sorpresa el voto en contra de los populares a la petición del equipo de Gobierno de instar a la ex alcaldesa de la ciudad Rita Barberá a dejar su acta de senadora.

La portavoz del PSPV, Sandra Gómez, defendió que se trataba de la misma petición que aprobó el PP en Les Corts, por lo que instó al grupo municipal popular a que hiciera lo mismo que su presidenta regional, Isabel Bonig, y firmaran pidiendo la salida de Barberá.

No obstante, el portavoz del PP, Eusebio Monzó, se negó a tratar este asunto y acusó a su vez al tripartito de dañar la imagen de la ciudad con acusaciones falsas. En este punto reclamó rigor al equipo de Gobierno porque en su moción hablan de delito de la Administración pública, cuando el único auto judicial en este caso dice que no hay quebranto económico para arcas municipales.

Respecto a la moción presentada por Compromís en la que se pedía el abandono de su acta de concejales de los nueve ediles del grupo municipal popular investigados por supuesto blanqueo, Monzó dijo que seguirán «respetando a la justicia, que es la que tiene que decidir» y esperan a que dictamine el juez para tomar una decisión, «cuando corresponda» y no al dictado de los que los acusan.