Hacienda

«Es probable que desaparezcan más empresas públicas, hay que replantearlas»

VICENT SOLER. CONSELLER DE HACIENDA Y MODELO ECONÓMICO. En la recta final para la elaboración de los Presupuestos de 2017, asegura que no piensa hacer recortes y que subirá impuestos a las rentas más altas.

«Es probable que desaparezcan más empresas públicas, hay que replantearlas»
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– Imagino que estará celebrando ya reuniones con los consellers de cara a la elaboración de los Presupuestos del año que viene ¿Cómo se plantea estas cuentas?.

- En las peores circunstancias posibles. No tenemos referencias, no hay regla de gasto, no hay techo de déficit, ni tan siquiera el pactado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) porque el Gobierno no se ha reunido para formalizarlo. Nosotros creemos que es imprescindible hacer un presupuesto y lo vamos a hacer con la mayor prudencia posible y con un principio claro, no seremos expansivos, pero no habrá recortes. Tendremos una cifra global parecida a la de 2016, que al mismo tiempo es parecida a la de 2015. Llevamos por tercer año consecutivo con la misma cifra, lo cual es gravísimo.

- ¿Se volverán a incluir los 1.300 millones de euros por la reforma del modelo de financiación?

- Naturalmente, porque si no hay que recortar 1.300 millones, y eso no lo vamos a hacer. Yo sé que esos 1.300 millones no están en los ingresos, pero justamente los pongo para que se sepa que para que los valencianos no empeoren sus condiciones en Sanidad, Educación y Bienestar Social, necesito 1.300 millones, como mínimo. De hecho, estamos haciendo cuentas, y el año que viene a lo mejor no son 1.300, son más o menos en función de nuestros ingresos.

- Para este ejercicio de 2017 usted anunció una reforma del sistema tributario. ¿Vamos a poder ver algún cambio en los próximos presupuestos?

- Un Gobierno de estas características tiene que reestructurar los impuestos para que sean progresivos, es decir, que los que tengan más renta paguen más y los que tienen menos renta paguen menos, algo que durante 20 años no se hizo. Nosotros somos sensibles a una situación producto de una crisis terrible para todos, pero básicamente para las clases medias. En los próximos días presentaremos el informe de los expertos al respecto y sobre este documento, el Gobierno decidirá avanzar en esta lógica de progresividad del sistema.

- ¿Significa esto que hay prevista una subida de impuestos a los que más tienen?

- Seguramente subirán los impuestos para las rentas altas y bajarán para las medias y bajas, de tal manera que es posible, que esta reestructuración signifique una reducción de la presión fiscal global en la medida que habrá un coste fiscal por esta reforma.

- ¿Qué consecuencias puede tener para la Comunitat Valenciana que se prorroguen los Presupuestos Generales del Estado?

- Que se prorroguen los Presupuestos no implica que se congelen todos los ingresos. De hecho, un 75 por ciento de los ingresos para las Comunidades autónomas se pueden decidir fuera de los presupuestos y, por lo tanto, en una coyuntura expansiva económica, esos indicadores han de ser de mejora de los ingresos fiscales. Habría que responder a las nuevas condiciones económicas, que son de expansión y, en consecuencia, mejorar los ingresos para el año que viene. Si el Gobierno central no lo hace, no está trabajando de manera leal para el Estado de las Autonomías.

- ¿Cómo está funcionando el Instituto Valenciano de la Administración Tributaria? Uno de los principales objetivos era aumentar la detección de fraude fiscal.

- Estoy muy contento porque realmente el Impuesto de Patrimonio ha recuperado una cierta dignidad de su labor, que es hacer pagar a quien tiene que pagar, que es lo más justo que hay, porque lo más injusto es el fraude fiscal, es terrible, y estamos haciendo una labor importante. Tenemos pocos recursos humanos, pero son muy buenos y además ahora estamos reforzando la inspección tributaria con funcionarios.

- La falta de funcionarios en la Administración valenciana ya se ha puesto encima de la mesa en varias ocasiones. ¿Está previsto sacar más plazas de empleo público el año que viene?

- Hemos descongelado las Ofertas Públicas de Empleo, que estaban paralizadas desde el año 2008. Esto sencillamente no se puede entender. Una Administración debe estar compuesta por funcionarios que sean autónomos, libres y que tengan capacidad de poder decidir al margen de las opiniones políticas y de los caprichos de quien manda. Y eso es lo que pretendemos nosotros, no queremos nada de nadie, solo ser eficientes. Así es que sí, el año que viene saldrán más plazas.

- Este problema afecta especialmente al Hospital de Dénia y de Alzira porque se quiere introducirlos al sistema público y se está estudiando como traspasar a esos trabajadores a la red pública. ¿En qué punto se encuentran estos procesos?

- Son dos casos diferentes, en el de Alzira, cuando acabe el contrato ya está, no hay trauma de ningún tipo, pero en el caso de Dénia se juntan dos cosas. Por una parte, un ambiente generalizado en la comarca de que aquello no funcionaba bien, junto con que el socio mayoritario de Marina Salud quiere vender. Esto nos ha puesto sobre la mesa un escenario nuevo y es lo que estamos estudiando porque engendra complejidad.

- Y, en un momento tan complicado en cuanto a recursos económicos, ¿la Generalitat se puede permitir una compra de estas características?

- Depende del plan financiero y de viabilidad, todo hay que estudiarlo bien. Hay un canon anual, más de 100 millones de euros, todo eso también cuenta a la hora de ver los pros y los contra.

- ¿Y RTVV? ¿Le preocupa desde el punto de vista presupuestario?

- La RTVV que heredamos me preocuparía muchísimo, pero como conseller de Hacienda me creo que el modelo que están preparando en Les Corts sabrá no solamente ser un modelo de televisión plural, de calidad y en valenciano, sino también austero.

- Lo de conseguir el equilibrio presupuestario, imposible...

- Ojalá, es nuestro desiderátum, pero no depende de nosotros.

- Esta guerra con Montoro, ¿se traduce en el día a día?, ¿la comunicación con el Ministerio es fluida?

- El Ministerio lo sabe todo de nosotros, hasta las más ocultas intimidades. Hay un sistema, que se llama FACE, a través del cual tienen conocimiento de todos los movimientos presupuestarios que hacemos nosotros, todos. Y eso es asimétrico, porque nosotros no sabemos lo que hacen ellos, eso no es leal. Si todos somos Estado, que haya transparencia en todos los sentidos, no puede ser el Gran Hermano que haya en Madrid, yo tengo la misma legitimidad que ellos, y aquí la Constitución no se cumple, ni equidad ni suficiencia.

- ¿Cómo está funcionando el pago a los proveedores con todas estas dificultades presupuestarias?

- Hemos mejorado mucho la gestión. Nos preparamos para recibir el FLA, subiendo las facturas antes de lo necesario, porque no queremos que sufran nuestros proveedores. El trabajo nuestro sí que lo hacemos, y eso es complicado porque significa que las inercias del pasado en la estructura administrativa hay que subvertirlas, porque había unas maneras de hacer... Ahí sí que hay una tensión permanente positiva para que los ritmos de los procedimientos sean más rápidos.

- Hábleme de las empresas públicas, que son un mundo...

- Bueno, son un mundo desnaturalizado por la administración anterior. Se desnaturaliza cuando se coge el sector público instrumental y lo utilizas para oscurecer el control parlamentario y administativo, es decir, para crear una potencial administración en B y de hecho, gran parte de los sofocos que están teniendo los representantes de la administración anterior y que están en los tribunales, es por las empresas públicas, comenzando por Ciegsa.

- Pero ¿se está llevando a cabo ese control diario en las cuentas de las empresas públicas?

- Sí, ese es nuestro deseo, y en eso estamos, batallando, pero no es tan fácil. El problema es cómo te pones al día de lo que había anteriormente. De hecho en los próximos meses habrá una ley de sector público que ya cree una lógica canónica que tenga sentido de para qué y por qué y cómo la Generalitat tiene un sector público instrumental, para qué y cómo ha de funcionar, con unas pautas mínimas de claridad y transparencia, porque a mí no me preocupa que la gente se equivoque, pero sí que se tomen decisiones amparándose en la oscuridad, que no sean de interés general.

- Con esa Ley, ¿es probable que desaparezca alguna empresa pública más?

- Claro, tenemos que replantearlo todo. Hay una Ley que plantea una estrategia que no se ha cumplido, creo que de 2013 y nosotros estamos mirando para ver qué de esa Ley sigue vivo y que no. Por ejemplo, a mi no me pueden pedir que desaparezca una sociedad que tiene colgado marrones del tipo de Ciudad de la Luz, porque primero tengo que clarificar Ciudad de la Luz. Ese tipo de decisiones al margen de la realidad no se pueden tomar. Hay que ver una por una. Algunas se pueden cambiar de naturaleza.

- Como político histórico, y que cuenta con cierta perspectiva, ¿tiene aún esperanza en que haya un Gobierno de izquierdas?

- No está fácil, pero posible sí que es. Habría que acabar con las líneas rojas. Si se acabase con las líneas rojas, el Gobierno podría estar ya mismo, pero no sé si han cambiado el chip respecto de que esta pluralidad partidista ha llegado y seguramente se queda. Por lo que aquello de quedar claro que haya mayorías absolutas muy grandes, ha pasado a la historia. Por ello, hay que actuar en consecuencia. El pacto, la negociación, los gobiernos plurales como el de aquí, es lo que se impone, y es lo normal en Europa.

- O sea que todavía confía en la formación de un Gobierno de izquierdas

- ¿Por qué no? Un Gobierno del cambio.

- Los empresarios reclaman a los políticos que aprovechen la coyuntura para sacar ventajas para la Comunitat.

- Algunos partidos sí que lo hacen. Hay que trabajar todos juntos en piña para conseguir de una vez que este maltrato histórico a los valencianos se acabe. En 2002, Aznar y Zaplana establecieron un sistema que consolida esta situación y en 2009 el Gobierno de Zapatero no resolvió el problema, no superó el status quo establecido. Queremos que se acabe esta situación, y que al menos los servicios mínimos estén garantizados.