Iñaki Zaragüeta

La Batallas del Puerto de Barcelona

La Razón
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El día festivo que reinó ayer en Barcelona, nos ha impedido comprobar, como sucedió en ocasiones anteriores durante los últimos meses, si su puerto ha vuelto a beneficiarse de la postura extremadamente dura, en cuanto a la huelga de estibadores se refiere, en el Puerto de Valencia. En los próximos días lo comprobaremos.

Está reflexión la hacía ayer mi amigo Rogelio en función de los antecedentes. Sabido es, así lo hemos publicado en estas páginas, que los estibadores de nuestro puerto han sido especialmente beligerantes y han protagonizado huelgas encubiertas que no han sido acompañadas en igual medida por nuestros vecinos del norte. Tanto, que mientras bajaban las cifras valencianas de carga y descarga en los muelles, subían las del puerto de la Ciudad Condal.

Igual que recordaba, mi amigo, que desde tiempos de Primo de Rivera, Miguel no José Antonio, Valencia ha padecido demoras injustificadas en sus reivindicaciones de carreteras, trenes y puertos.

Para ratificarlo, ahí han quedado reflejados para la Historia los retrasos de la autovía y el AVE con Madrid, del Corredor mediterráneo o las inversiones en el Puerto de Valencia.

Con semejantes antecedentes, es lógico pensar que la huelga anunciada para los días impares sean especialmente perjudiciales para los intereses económicos valencianos. Si además hacemos caso de que la realidad supera ficción, no resulta tan descabellado. Así es la vida.