Valencia

LA LACTANCIA MATERNA, LA VACUNA NATURAL A COSTE CERO

El sistema inmunitario de los niños no está suficientemente maduro hasta los cinco años. La naturaleza lo tiene previsto y por eso, la leche materna le pasa las defensas de su madre acortando el tiempo de convalecencia

El niño adquiere inmunidad propia entre los cinco y los siete años
El niño adquiere inmunidad propia entre los cinco y los siete añoslarazon

El sistema inmunitario de los niños no está suficientemente maduro hasta los cinco años. La naturaleza lo tiene previsto y por eso, la leche materna le pasa las defensas de su madre acortando el tiempo de convalecencia

Tengo un bebé de 17 meses que ha empezado este año la guardería y como es habitual, está cogiendo continuamente virus.

¿Beneficia la lactancia materna? ¿Está demostrado que es una ayuda efectiva a su recuperación? ¿Le puede ayudar de cara al futuro? Gracias. M.C. (Valencia)

El lactante es más vulnerable a las infecciones los primeros meses de vida. Hasta los cinco años su sistema inmunitario no está suficientemente maduro para poder contratacar los virus y bacterias. Pero la naturaleza lo tiene previsto y complementa está inmadurez, pasándole al bebé defensas a través de la leche de su madre que, además modifica y aumenta la cantidad de anticuerpos de la leche cuando el lactante enferma, acortando de este modo el tiempo de convalecencia.

Incluso en el caso de que sea la madre la que enferme es desfavorable suspender la lactancia, puesto que muchas enfermedades son contagiosas antes de que la madre presente síntomas y probablemente cuando aparezcan el bebé ya haya sido contagiado.

Por lo tanto, si interrumpimos la lactancia privamos al bebé de las defensas que la madre produce para combatir la enfermedad que lo inmunizarán actuando como una «vacuna natural a coste cero», acortando el proceso de la enfermedad y la gravedad de la misma.

Hace años era muy común dar preparados a la población infantil para «subir las defensas», todavía muchas madres piden algún tipo de «inmunopotingues» con la finalidad de proteger sobre todo a esos lactantes que no hay más remedio que llevarlos a la guardería, en donde recogen todo lo que circula en su ambiente.

No enferman solo porque su sistema inmunitario sea inmaduro, sino porque están más expuestos a gérmenes, dado que a estás edades son muy proclives a llevárselo todo a la boca, compartiendo babas y mocos, «virus y bacterias se ponen las botas».

La exposición ocurre tanto si toma leche materna como si no. No podemos evitar que el niño enferme, pero si podemos ayudar a que la enfermedad sea más leve, se cure antes y que desarrolle con menos complicaciones.

Los anticuerpos y bacterias de su madre reforzaran su sistema inmunitario, proporcionando unos buenos cimientos para un desarrollo saludable que será la base de la prevención de muchas enfermedades.

Es necesario que más allá del pecho, la alimentación continúe siendo lo más sana posible. Nada aumenta más las defensas que una dieta sana equilibrada y natural, nada de «alimentos enriquecidos», las vitaminas y minerales se deben tomar de los alimentos naturales, verduras, frutas, legumbres, carnes, huevo y pescados.

Como ya he dicho durante los primeros seis meses de vida, el mejor tratamiento para aumentar las defensas es la lactancia materna exclusiva y continuar mínimo hasta los dos años o más, ya que el niño no tiene inmunidad propia hasta los cinco o siete años. Me pregunto ¿quizás debería tomar leche materna hasta esta edad?

Muchas madres se cuestionan por qué sus hijos enferman tan a menudo cuando van a la guardería, y la respuesta es simple, porque la frecuencia de exposición a los virus es mayor, pero no todos enferman igual ni a todos le duran el mismo tiempo los síntomas.

Que un niño enferme y que el proceso infeccioso sea más o menos largo va a depender mucho de sus defensas y la leche materna le va a proporcionar defensas para aburrir a los virus.

Si apoyáramos a las madres a dar lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida y a continuar amamantando durante más tiempo, los niños enfermarían menos, el número de visitas al pediatra disminuiría y por ende el ausentismo de las madres en sus trabajos se reduciría.

Pueden enviar sus preguntas a consultalactancia@larazon.es