Sequía

La sequía no estimula las obras hídricas

El Ministerio de Medio Ambiente destinó a la Comunitat el 1,2% de la media española

La sequía no solo ha arrasado con cultivos, los regantes advierten de que el arbolado también está en peligro
La sequía no solo ha arrasado con cultivos, los regantes advierten de que el arbolado también está en peligrolarazon

La sequía asola a toda la Comunitat Valenciana. Los agricultores están desesperados, piden soluciones urgentes, pero también a largo plazo ante la evidencia de que cada vez estos periodos donde la lluvia es inexistente, se vuelven más largos.

Sin embargo, en el Ministerio de Medio Ambiente esta situación no ha provocado un aumento de la inversión. Según un informe de la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana, hasta octubre de este año, este Departamento destinó 2,5 millones, frente a los 196 licitados en el conjunto de España.

Es decir, el territorio valenciano, recibe el 1,23 de lo invertido en todo el país. La cifra es todavía inferior a la registrada en 2016 cuando el Ministerio de Medio Ambiente y todas sus sociedades dependientes (Acuamed, Tragsa, Seiasa) dejaron en la Comunitat un total de 2,9 millones. El peso de estas obras, subió hasta el 2,13, un porcentaje mayor al de este año (aún queda por cerrar el último trimestre), pero muy lejos el diez por ciento reivindicado por políticos y empresarios, correspondiente al peso poblacional de la Comunitat.

Este organismo recoge en un informe reciente la reivindicación de la Federación Nacional de Regantes (Fenacore) que considera imprescindible «avanzar en la construcción de obras de regulación, que se hace ahora más necesaria que nunca, aunque resulten una medida impopular en determinados sectores de la sociedad».

Defienden que solo se podrá tener agua garantizada para regar y además, mitigar los efectos de las lluvias torrenciales si se construyen embalses y se permiten trasvases, «siempre que sean sostenibles y una vez superados los condicionantes económicos, sociales y medioambientales».

El otro pilar para conseguir una buena gestión del agua es mejorar el uso de los acuíferos para los que recomiendan obras que permitan su recarga artificial en época de lluvias.

Embalses sin explotar

La situación de las reservas de la cuenca del Júcar y del Segura es tan alarmante que los embalses se encuentran ya en lo que se conoce como «nivel de incapacidad de explotación».

La Cámara de Contratistas tiene estudiadas las infraestructuras imprescindibles para hacer menos severas las épocas de sequía.

Se trata de una relación de 91 obras en las que es necesaria realizar una inversión de 1.500 millones de euros.

La partida más importante es la destinada a conducciones y asciende a 434 millones, le siguen las 14 infraestructuras todavía pendientes en modernización de regadíos.

Por lo que respecta a la construcción de embalses, la Cámara de Contratistas aconseja la construcción de las presas de Montesa, Sellent y Vilamarxant, así como la regulación del río Magro. Se trata de cuatro obras presupuestadas en poco más de 122 millones de euros.

Por último, se recogen 16 obras en ingeniería fluvial (318 millones), así como nueve actuaciones de depuración (183 millones).