Valencia

Los hosteleros piden una Concejalía que evite que Valencia sea un parque de atracciones

Temen que los vecinos, el comercio y la hostelería tradicional desaparezcan del centro de la ciudad

Los hosteleros apuestan un turismo de calidad que valore la identidad de la ciudad
Los hosteleros apuestan un turismo de calidad que valore la identidad de la ciudadlarazon

Temen que los vecinos, el comercio y la hostelería tradicional desaparezcan del centro de la ciudad

Uno viaja para divertirse y relajarse, pero también para conocer, aprender y sentir cómo es la vida de los otros. Fenómenos como la gentrificación (revalorización de un barrio de clase obrera que acaba siendo ocupado por población con un mayor nivel adquisitivo) están poniendo en peligro que esto sea posible y abriendo la puerta a que ciudades como Valencia se conviertan en parques de atracciones sin alma, invadidos por franquicias que emborronan su historia. ¿Dónde se puede comer un buen plato de paella en el centro de la ciudad?, se pregunta el presidente Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV), Manuel Espinar.

Los propietarios de bares, restaurantes y locales de ocio de la capital alertan de que se está produciendo «el desplazamiento de la población local de barrios de toda la vida a zonas periféricas, incluso fuera de la ciudad». Según Espinar, el propio movimiento turístico expulsa al comercio y hostelería tradicional.

«Pedimos un turismo de calidad y no hablamos de un turismo multimillonario, que en realidad al final tiene poco recorrido, sino un turista que respete el entorno y nuestra forma de ser; un turista que nos valore y esté dispuesto a pagar un precio superior al del turista ‘low cost’ que solamente viene buscando un ocio; un turista que aprecie la parte cultural, la gastronomía y nuestra historia».

«Alcalde de noche»

Los hosteleros aseguran que el que visita Valencia «quiere sentir, percibir cómo es la vida de la gente de la ciudad, por lo que es fundamental que nuestras raíces no se vayan». Por ello exigen a las Administraciones competentes (la local y la autonómica) que pongan medidas para incentivar el comercio y la hostelería clásica y que ayuden a esas empresas a dinamizar y potenciar su producto «para que no terminen desapareciendo, como está ocurriendo ya en muchos casos».

Como herramientas proponen la creación de una Concejalía de Hostelería similar a la que ya ostentan los comerciantes y la puesta en marcha de la figura del «alcalde de noche», que ya existe en ciudades como Munich o Amsterdam. «Se encargaría de mediar y organizar los asuntos relativos al ocio nocturno». Se trata, explica Espinar, de un cargo con personalidad público-priivada, pero con poder ejecutivo que tomaría en consideración las propuestas de los órganos consultivos y las partes implicadas.

Otra de las reclamaciones que el sector viene haciendo desde hace tiempo tuvo respuesta esta misma semana cuando la alcaldesa en funciones y concejala de Turismo, Sandra Gómez, presentó una serie de baterías (incluida una tasa y mayor control policial) para los apartamentos ilegales que, según denuncia el presidente de la FEHV, han sido uno de los principales causantes de la subida del precio de los alquileres y de la «huida» de los bares y restaurantes tradicionales de zonas como Ciutat Vella.

Caso aparte es el de El Cabanyal, «que corre el riesgo de verse afectado por la turismofobia». Para evitarlo propone potenciarlo como barrio universitario, dotándolo de servicios y oferta para el estudiante. «Hay que generar una convivencia idónea entre los vecinos y los estudiantes, pero buscando un barrio cultural, respetando su idiosincrasia, sus raíces marineras». Apunta en este sentido que los «Erasmus» son prescriptores turísticos. «Ellos pasan tiempo aquí y después pueden regresar para visitar las ciudades donde han estudiado o traer a sus familias. Es un segmento turístico que se tiene que aprovechar».