San Antonio

«No debemos caer en la dualidad refugiados sí, inmigrantes no»

IGNACIO GRANDE. Director de Cáritas Valencia. Compagina la dirección de la organización más solidaria de la Iglesia con la presidencia de varias fundaciones, como la de Proyecto Hombre y la dirección de un colegio de Nazaret

«No debemos caer en la dualidad refugiados sí, inmigrantes no»
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- ¿Qué es Cáritas?

Cáritas, en palabras del Papa Francisco, es la caricia de la Iglesia en el rostro de los más débiles. Es la acción caritativa y social de la Iglesia y para llegar a más personas y de una formas más digna, se ordena y reestructura en la organización Cáritas. Las funciones son las de atender, acompañar, integrar y promocionar a aquellas personas más desfavorecidas, a las que quedan descartadas de la sociedad. Otra función muy importante es la denuncia de las injusticias sociales y la de recordar y sensibilizar a la sociedad de que existe una realidad oculta. Otro aspecto es la animación a la sociedad de que tengan modelos de vida responsables, justos y coherentes y que se arremanguen en favor de las personas más necesitadas.

- ¿Cuál es la estructura de Cáritas en Valencia?

Cáritas tiene, en Valencia, dos niveles de acción. El grueso, donde más voluntarios hay y donde más personas se atienden, son la cáritas parroquiales, con un total de 450. Éstas son autónomas, tienen su presidente, que es el párroco y su director, que suele ser un laico. De hecho, muchas parroquias se unen para llevar un proyecto de manera conjunta. Un proyecto que está en auge ahora mismo son los economatos. El otro nivel es Cáritas diocesana que, por un lado, tiene la función con esas parroquias de apoyar, asesorar, apoyar económicamente si lo piden, la formación de los voluntarios y la unificación de criterios y, por otro lado, están los proyectos que no están adscritos a parroquias. Consisten en una serie de programas tales como las viviendas tuteladas, donde se acogen a familias que han perdido su vivienda, también para inmigrantes, ahora mismo hay un total de 50 y, por último, para refugiados. Otro programa es el de atención a las mujeres prostituidas, con un total 212 mujeres prostitutas atendidas. Cáritas también cuenta con servicios jurídicos para atender, sobre todo, a los inmigrantes, 50 equipos de empleo, servicio de recogida de ropa a través de Arropa, y centros de día infantiles. Y luego están las fundaciones. Proyecto Hombre es una de ellas, la fundación Mare de Déu dels Desamparats (Maides) que trabaja con enfermos mentales y la fundación San Antonio de Benagéber, que es un centro de personas mayores.

-¿Los cargos en Cáritas están remunerados?

En la diócesis de Valencia, Cáritas cuenta con 5.000 voluntarios, donde abundan las mujeres. Pues bien, del total, el 98 por ciento son voluntarios, es decir, no perciben nada por su labor. Sin embargo, de vez en cuando y para acciones concretas, precisamos de unos técnicos especializados a los que si se les paga.

-Antes ha mencionado los economatos, ¿qué son y cómo funcionan?

Los economatos son almacenes de alimentos, que crean varias parroquias de manera conjunta, mediante los cuales se reparte comida entre las personas necesitadas de cada comunidad parroquial. El reparto de comida no lo consideramos un fin, sino un medio, una herramienta para que esas personas se acerquen y hacerles un acompañamiento. Los alimentos los recibimos a través de donaciones y recolectas, sin embargo, con ello no basta, por lo que las parroquias siempre tienen que poner de su dinero para cubrir toda la demanda. De ahí que, para ciertos alimentos, los comprados, se cobre una cuantía mínima, algo simbólico a las familias. Asimismo queremos huir del asistencialismo. Si toda la comida fuera gratuita, las personas favorecidas de los economatos se acostumbrarían, por lo tanto, nuestra labor es promocionarles y ayudarles para que salgan adelante. En la actualidad contamos con cincuenta y cuatro economatos.

- La gente necesitada, ¿acude a vosotros o es Cáritas la que va en busca de ellas?

Hay de todo. Por ejemplo, si un inmigrante que acaba de venir de los frontera sur y acude a una parroquia, mayoritariamente la rebota a Cáritas diocesana ya que las parroquias no tienen medios para acoger a gente. También la gente acude a nosotros directamente. En este caso, la prospección de los voluntarios sirve mucho para el proceso de acogida hay de todo. Por último, tenemos a mucha gente que servicios sociales nos la ha derivado.

- ¿De dónde proviene el patrimonio de Cáritas?

Un dato que me gustaría resaltar es que en el año 2014 se atendió a más de 110.000 personas en Valencia, en parte gracias a ese patrimonio. El 80 por ciento proviene de donaciones, legados, colaboraciones y colectas. Las viviendas nos vienen por donación, por cesiones de particulares, que las prestan durante cierto periodo de tiempo, por cesiones de instituciones y para finalizar, el Arzobispado de Valencia también nos cede viviendas que forman parte del patrimonio de la Iglesia.

- ¿Qué piensas sobre la supuesta acogida de refugiados sirios que iba a llevar a cabo España?

Desde mi punto de vista y como director de Cáritas, entiendo que se tienen que llevar unas políticas conjuntas entre todos los países de acogida las personas refugiadas. Sin embargo, tengo el miedo de que se caiga en una dualidad , para mí mala, de refugiado si, inmigrantes no. Creo que existe una realidad social muy compleja como para discriminar la acogida de las personas por su procedencia. Por ello, las administraciones y la sociedad tienen que ser sensibles a los movimientos migratorios. Es verdad que ahora se está viviendo un drama que no se vivía desde la segunda Guerra Mundial y que la gente está mas sensibilizada, pero es que paralelamente a la guerra de Siria se estaban muriendo miles de personas en el mas Mediterráneo. Nosotros apelamos a que exista unas políticas migratorias que sean plurales y universales. Desde una mentalidad de acogida y acompañamiento, es decir, no meterles en un piso y olvidarnos de ellos.