Oltra frena a Podemos y a Compromís ante el revuelo creado por la tasa turística

«Vísteme despacio que tengo prisa». Del refranero español tiró ayer la vicepresidenta y portavoz del Consell, Mónica Oltra, para apaciguar el revuelo generado por la aprobación en Les Corts de la creación de una tasa turística. Su postura no era ayer nada fácil.

Por una parte, tuvo que frenar las exigencias de Podemos, que ya avanzó durante el Debate de Política General que no aceptará más retrasos y que este impuesto debe estar en 2018, y por otra, la de su propio partido, Compromís, quien apoyó la propuesta de la formación morada. Los cuatro diputados tránsfugas de Ciudadanos votaron a favor y sumaron 34, con lo que la propuesta quedaba aprobada ante la abstención de PSPV y Ciudadanos y los únicos votos en contra del PP.

El texto aprobado reclama un impuesto sobre la actividad turística, que gravará las pernoctaciones y se destinará a las infraestructuras de este sector. El diputado de Podemos David Torres remarcó que quieren que se aplique en 2018 y sea municipal, pero acompañada de una regulación autonómica.

Oltra insistió en que se trata de una decisión muy compleja y que hay que estudiar su aplicación con calma, «abriremos el debate».

La diferencia de opiniones se hizo patente incluso dentro del Consell. El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, admitía que el sector está « acosado por una presión fiscal suficientemente elevada» y que la Generalitat quiere que el aumento de ingresos venga de la «economía sumergida». Defendía así que su partido se hubiese abstenido sin tener en cuenta las palabras del portavoz socialista, Manuel Mata, que sí defendió un impuesto que pudiesen aplicar los Ayuntamientos que así lo decidiesen.

Por su parte, el conseller de Hacienda, Vicent Soler, propuso una «tasa a la valenciana» que cuente con el apoyo del sector, sin el que, en eso sí coincidió con Colomer, no se dará ningún paso.

Sí, al SDDR

Oltra también mostró una posición poco clara sobre el polémico Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) que también exigió Podemos en una de sus propuestas y de nuevo, con fecha de cumplimiento, 2018. A pesar de que el partido que lidera la vicepresidenta votó que sí, ayer admitió que es poco probable que se aplique el próximo año.