Valencia

Paraíso Travel, con los cinco sentidos

Una taberna de fusión «Latinomediterránea» atrevida y desenfadada con empatía coctelera que garantiza el éxito del viaje gustativo

Cebiche español de tomate y sardina
Cebiche español de tomate y sardinalarazon

Una taberna de fusión «Latinomediterránea» atrevida y desenfadada con empatía coctelera que garantiza el éxito del viaje gustativo

Al final del verano, con el otoño asomando lentamente, es inevitable que el calor se vuelva a adueñar de nuestro día a día. Para estas ocasiones necesitamos un chute de energía culinaria que nos revitalice el ánimo y nos refresque. No hay lugar para la sorpresa. Estamos de suerte, la coartada del epílogo estival nos lleva a conocer la Taberna Paraíso Travel (Carda, 6). Si queremos hablar en clave de futuro, es esencial echar la vista atrás. Al pisar el local acuden con puntualidad voluntaria los reencuentros del primigenio y sorprendente, Origen Clandestino. La primera escala culinaria del cocinero Junior Franco, inaugurada hace dos años, ha cambiado de piel.

Después de cumplir con los obligados débitos del aperitivo. Antes de soltar más rollos, los platos hablan por sí mismos. Desempolvemos la oleada de apelativos. A los gastrónomos no les gusta jugar al escondite. El menú degustación acoge una antología imprescindible de seis creaciones.

La visita nos permite volver a reencontrarnos con «la croqueta de pollo de corral al curry rojo», Por los viejos tiempos. Hagamos memoria. ¡Umm¡ incuestionable. Vivimos empeñados en convertir cada instante en un acontecimiento. «Sorbete de mango verde con ostra, sal, pimienta y chile». La recurrente ostra como aliada perfecta. La soberbia interpretación consigue que te sientas atrapado y que quieras más.

El maridaje inicial que nos propone el entusiasta y didáctico «bartender», José ángel Lacasa, se convierte en un cameo coctelero que nos lleva a recuperar viejas amistades con combinados históricos a través de singulares interpretaciones como el Mojito de Jerez, larga vida al rebujito.

La empatía gustativa y la transcendencia culinaria son aspectos que basculan en un plato elaborado con productos locales como el «Ceviche español de tomate y sardina». Esta particular versión se transforma en un vehículo de lucimiento que permite su osadía culinaria. La pluralidad de los productos empleados define su singularidad. Leche de tigre con olivas, anchoas, piparra, cebolla encurtida y perejil.

Como quedan platos por delante, mejor ir tomando carrerilla que nos acerque al final. Gustamos de alterar los límites con otros dos cócteles, bajo los apelativos de «Jacare»; «El Caimán», una particular Caipiriña con toques florales y «The Rodríguez», ginebra, albahaca, sandía y jenjibre con toques picantes.

Identificamos la tiranía gustativa del «Latin crab con mazorca de feria». Receta original de chilli crab de Singapur con toques latinos. Hay motivo para ideologizar este cangrejo, debemos adscribirnos a este bando gustativo. Necesitamos desahogarnos, nos otorga toda suerte de privilegios.

Eclecticismo culinario

La adhesión que suscita Paraíso Travel no solo es gastronómica. El eclecticismo culinario abastece pródigamente los paladares más curiosos. Depositamos todo nuestro ardor culinario en busca del quinto plato. «Rubia gallega sin patatas». Lomo bajo con apio, foie, setas y cacao. Redescubrimos el apio como brillantez «delicatessen» que provoca la liberación repentina de grandes dosis de adrenalina gustativa para acompañar a la excelente carne.

Camino del sexto plato, se nos antoja el verdadero fin de esta maravillosa historia con un interesante postre, «Sorbete de maracuyá con physalis y ganaché de chocolate cubano» que acelera los frescos acontecimientos de la sobremesa.

Junior Franco se revitaliza nuevamente. Sus platos arrumban nuevas ideas gastronómicas, mientras su red clientelar es cada vez más numerosa. El rostro de la sobremesa es claro. Aunque no escatimamos palabras. Un emoticono de plena satisfacción preside el escrutinio final.

Todos los pliegues de su personalidad culinaria afloran de manera natural. Nos convertimos en «apropiacionistas» de sabores y devotos de su creativo atrevimiento. Los platos probados no parecen sufrir las pulsiones étnicas culinarias de atrevidas fusiones. La principal exportación de aromas coaligados consigue el consenso gustativo.

Hay locales que nos invitan a ser revisitados de inmediato al ilustrar el vértigo de una sesión abrumadora que toma como rehenes a nuestros paladares. Este es el caso. Los cócteles ofrecidos son dueños y señores para atribuir el acento personal a cualquier maridaje propuesto.

Cuando se apagan los resplandores gustativos de la jornada al salir a la calle, en la esquina cercana, escuchamos un canto de próxima fidelidad. «Habrá que reservar con tiempo». Antes las dificultades logísticas del espacio aparecen las oportunidades creativas. Talento y magnetismo conforman un mismo vocablo y son sus señas de identidad. Aún nos queda mucho por descubrir. Taberna Paraíso Travel, un viaje gastronómico con los cinco sentidos.