Déficit autonómico

Puig amenaza a Montoro con acudir al Supremo por el déficit

«Casi le digo a Rajoy que hago cualquier cosa, pero hay cosas que no están en juego»

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, durante la sesión de control
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, durante la sesión de controllarazon

No habrá recortes y, además, si se exige a la Comunitat Valenciana el cumplimiento de un déficit «arbitrario», la Generalitat llevará ante el Tribunal Supremo la decisión. Así lo anunció ayer el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, durante la sesión de control de ayer en Les Corts.

Se trata de una amenaza en toda regla al ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, que a día de hoy, tiene más de llamativa que de realidad.

Para empezar, Puig no definió qué entiende por arbitrariedad y fue su conseller de Hacienda, Vicent Soler, quien de entrada rechazó la imposición de un déficit del 0,7 por ciento. «Supondría un recorte de 900 millones, lo que es una broma de mal gusto». Además, fuentes de Presidencia admitieron que todavía no saben en qué momento se podría iniciar la vía judicial. Tras la aprobación del déficit en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), el Consejo de Ministros deberá dar su visto bueno. Posteriormente todavía debe ser someterse a la votación del Congreso de los Diputados y, dado el panorama político, podría incluso no prosperar o ni siquiera llegar a producirse en esta legislatura.

En cualquier caso, Puig se mostró muy beligerante con este asunto, dijo que el Consell «no bajará los brazos», que seguirá reclamando lo que corresponde a los valencianos porque la «Constitución no solo debe cumplirse cuando conviene». Admitió que ha tenido la tentación de decirle a Rajoy que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por mejorar el sistema de financiación, «pero hay cosas que no están en juego».

Fue el síndic de Compromís, Fran Ferri, quien le preguntó a Puig por esta cuestión que, como el resto de intervenciones, no aportó novedad alguna al debate político.

La portavoz del PP, Isabel Bonig, echó en cara al presidente de la Generalitat, la falta de coordinación existente en las políticas del Consell.

Como ejemplo, expuso los problemas que están produciendo la aplicación de Xarxa Llibres que obliga a los Ayuntamientos a prevaricar. Además, según el PP la mitad de los padres todavía no han cobrado ni siquiera la mitad de las ayudas correspondientes al primer pago.

El conseller de Educación, Vicent Marzà, aseguró que él tiene otros datos y dijo que más del 50 por ciento ya han percibido la subvención y el 70 por ciento están a punto de hacerlo.

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Alexis Marí, insistió con el asunto de la educación. Pidió a Puig que deje libertad a los padres para que lleven a sus hijos al colegio que quieran y elijan la lengua de estudio.