Puig reconoce que no puede parar los desahucios y Podemos le exige valentía

El presidente y su consellera Salvador echan todos los valores fuera y achacan el aumento de los desahucios a la crisis, a la infrafinanciación e incluso, al «boom» inmobiliario de la etapa PP

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se refugió ayer en el burladero de la infrafinanciación para zafarse de las cornadas dialécticas con las que le zahería el portavoz del partido que teóricamente da respaldo al Consell, a cuenta del aumento de los desahucios en la Comunitat Valenciana desde que gobierna la izquierda.

Antonio Montiel, que se despojó del guante de seda que utilizaba con el presidente Puig en el preciso instante en que éste dimitió en bloque del Comité Federal del PSOE allanando el camino hacia la Moncloa a Rajoy, le pidió al presidente del Consell valentía y le reprochó que «las medidas del primer año no han servido para parar los lanzamientos».

Le recriminó que «no puede ser que las entidades financieras se nieguen a colaborar con la Generalitat, y no pase nada» por lo que le pidió que la Administración, como principal cliente de estas entidades, deje de trabajar inmediatamente con aquellos bancos que siguen desalojando gente de sus casas».

Montiel, al igual que su líder Iglesias, también dudó de la función del Parlamento cuando se refirió a la Ley de la Función Social de la Vivienda que preparan Les Corts y dijo que «una ley que no irrite a los bancos, nace muerta».

Por su parte, Puig se defendió como pudo y, con cara de circunstancias, dijo que «tenemos problemas asociados a lo competencial y a la financiación, y sé que es volver a lo mismo, pero es imposible solucionar todos los problemas de la Comunitat sin una mejora de la financiación», y escapó «yendo al origen del problema que es la pobreza, por lo que hay que generar empleo...».

Montiel, en la réplica, le exigió valentía y pidió medidas para paliar la «emergencia habitacional. Queremos el alquiler del parque público de viviendas con cargo al erario, y unidades administrativas en todos los ayuntamientos que medien con los bancos».

La consellera Salvador salió en defensa de su jefe y dijo que los desahucios eran consecuencia del «boom» inmobiliario (sic).