Solidaridad

Reaprender a ser normal

El perfil mayoritario del Centro de Día de Casa Caridad es el de un hombre español, de entre 50 y 65 años que ha perdido sus redes familiares y sus hábitos están desestructurados

El objetivo de los talleres y las actividades de ocio y tiempo libre es que los usuarios recuperen autoestima y se sientan seguros y apoyados
El objetivo de los talleres y las actividades de ocio y tiempo libre es que los usuarios recuperen autoestima y se sientan seguros y apoyadoslarazon

El Centro de Día de la Casa Caridad es un espacio que tiene como objetivo la acción educativa con las personas que acuden a sus albergues y comedores. Se trata del único centro en Valencia que ofrece este tipo de actividades para las personas sin hogar o en riesgo de exclusión.

Este servicio cuenta con una red de apoyo que proporciona seguridad y un lugar de referencia para las personas necesitadas, facilitando la participación en su propio proceso de rehabilitación.

El perfil mayoritario es el de un hombre español, con edad comprendida entre los 50 los 65 que ha perdido sus redes familiares y sus hábitos están desestructurados.

El año pasado, tres de cada cuatro usuarios eran españoles, una proporción que se ha ido incrementado en los últimos años de crisis.

La entidad intenta, a través de diferentes talleres, paliar la soledad, la desinformación, la falta de interés y el aislamiento que presentan muchos de ellos. Así, existen cursos para la adquisición de habilidades sociales (dinámicas de grupo, «role playings», taller de cocina, teatro o talleres de expresión corporal). También se ofrecen talleres para la mejora de la autoestima, audiovisuales, gimnasia de mantenimiento o promoción de la salud. Además, se dan clases y charlas de estimulación cognitiva (manualidades, alfabetización y talleres de prensa, historia o poesía).

Aunque también hay espacio para la diversión y Casa Caridad organiza juegos tradicionales en el antiguo cauce del río, salidas a la playa en verano, voluntariado con protectora de animales o visitas a museos, entre otras actividades.

También enseñan a sus usuarios a ocupar el tiempo libre de una manera sana y creativa. Así, todos los viernes realizan salidas culturales como parte indispensable dentro del proceso de reinserción con el objetivo de promover la dignidad de estas personas y hacerles sentir válidos. Proyecciones de películas, teatro, museos y paseos con perros sin hogar son algunas de ellas.

el drama de los mayores de 55

El perfil atendido desde Casa Caridad continúa siendo muy heterogéneo, aunque el informe correspondiente a 2016 destaca dos perfiles: el de los mayores de 55 años y el de los jóvenes extranjeros.

Elena Ferrer, responsable de Trabajo Social, explica que en el caso de los hombres mayores de 55 años atendidos por la asociación, un perfil castigado por la pobreza, les faltan algunos meses por cotizar y no pueden cobrar subsidio. «Son casos dramáticos porque son personas que han trabajado y cotizado durante largos periodos, pero de los que el sistema se olvida hasta que cumplen los 65 años». Desde Casa Caridad hacen una llamada de atención para poder emplear a estas personas que, con tres meses más cotizados, podrían acceder a una prestación destinada a personas mayores de la que ahora no se pueden beneficiar.