Política

Madrid

3.672 m2 para el Museo de Arquitectura y Urbanismo

El Museo Ambasz albergará una colección permanente de arte, arquitectura y urbanismo
El Museo Ambasz albergará una colección permanente de arte, arquitectura y urbanismolarazon

Hace ya más de dos años desde que la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, presentó el futuro museo dedicado al arquitecto hispano-argentino Emilio Ambasz. Se trataba de un ambicioso proyecto para sumar otro icono a la milla del arte madrileña, con un nuevo edificio dedicado al diseño y la arquitectura en el Paseo del Prado. El proyecto era espectacular: una doble fachada vegetal que combinaría a las mil maravillas con la más famosa de la capital, la del vecino Caixaforum, situado en el inmueble contiguo. Para hacerlo realidad, el Ayuntamiento de Madrid firmó un convenio con la fundación Ambasz después de competir con ciudades de la talla de Nueva York –donde habían reservado una parcela enfrente del famoso Museo de Arte Moderno (MoMA)– por conseguir albergar el proyecto del arquitecto. Mediante el acuerdo, el consistorio madrileño cedía un inmueble en desuso en el Paseo del Prado con entrada por la calle Gobernadores que en su día fue sede de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Se trata de un edificio de ladrillo rojo de cuatro plantas y más de 3.000 metros cuadrados de superficie, que el municipio cedía por 75 años gratuitamente a cambio de que Ambasz lo reformase. Para ello se modificó la protección del inmueble para permitir la modificación de la fachada y actualmente el proyecto se encontraba pendiente de su aprobación definitiva por parte de la Comisión para la Protección del Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, que obligó a reforzar las medidas de seguridad en caso de incendio de la cubierta vegetal.

El museo, en cuya construcción una vez conseguida la licencia se emplearán 24 meses, albergará una colección permanente de arte, arquitectura y urbanismo, así como una biblioteca virtual en sus tres primeras plantas. La cuarta se dedicará a administración y en la quinta se establecerá un restaurante de lujo con un mirador hacia el Paseo del Prado. Todo ello enmarcado por dos enormes jardines verticales en ambas fachadas del edificio y una cubierta vegetal que contribuirá a regular la temperatura del interior.