Arquitectura

Alfonso Martín Flores: «Debod tiene que estar dentro de un gran museo de arte egipcio»

El templo reabre sus puertas sin subsanar los problemas que amenazan su supervivencia.

Alfonso Martín Flores: «Debod tiene que estar dentro de un gran museo de arte egipcio»
Alfonso Martín Flores: «Debod tiene que estar dentro de un gran museo de arte egipcio»larazon

El templo reabre sus puertas sin subsanar los problemas que amenazan su supervivencia.

Los números hablan por sí solos. Más de mil visitantes diarios demuestran que el Templo de Debod es uno de los monumentos más turísticos de la Comunidad. En total, el último año que el edificio estuvo abierto ininterrumpidamente se registraron 425.000 entradas. Así lo apunta Alfonso Martín Flores, el encargado de su conservación, que también destaca el hecho de que la mayoría de las salas están abiertas a la curiosidad de madrileños y turistas, lo que lo convierte en un atractivo con accesibilidad «casi completa».

Sin embargo, este elevado volumen de visitas no es la razón principal que está provocando el desgaste progresivo del templo, ya que el volumen de entradas está limitado y controlado. No en vano, este mismo verano el edificio ha estado cerrado varios meses por deficiencias en el sistema de climatización, una circunstancia que se ha repetido periódicamente en los últimos tiempos. Así, los expertos sitúan el cambio brusco de climatología que ha experimentado el templo respecto a su ubicación original en Egipto como el problema principal al que dar solución. «Madrid tiene una mayor pluviosidad y el Templo de Debod no está preparado para eso», señala Martín Flores, que lamenta que las inclemencias meteorológicas están provocando un deterioro «gradual» en el monumento.

Y es que, el de Debod es el único de los cuatro templos que Egipto cedió a los países que ayudaron en las obras de la presa de Asuán que duerme a la intemperie –los tres restantes, realojados en Nueva York, Turín y en los Países Bajos, descansan en museos–. Esto se explica porque cuando, en la década de los 60, se produjo el traslado, Madrid no contaba con la infraestructura necesaria para alojarlo a cubierto. Así, se decidió que la ubicación ideal era la montaña del Príncipe Pío.

Aunque son muchas las propuestas que están sobre la mesa para frenar el deterioro que cae sobre el Templo de Debod, Alfonso Martín Flores cree que la solución definitiva pasa por crear un «gran museo del arte egipcio» y situar el templo en su interior. Si bien es cierto que el Templo de Debod ya cuenta en la actualidad con la categoría de museo, esta nueva construcción reforzaría sus labores de investigación y divulgación, matiza Martín Flores.

La reapurta

«Es un edificio que no está pensado para visitas porque se construyó como un hogar para los dioses y sus sirvientes; no es un lugar de oración para los fieles», puntualiza el conservador. El reto al que se enfrentan ahora Martín Flores y su equipo es mejorar el sistema de climatización: las altas temperaturas en verano y el gélido clima que soporta en invierno han provocado su cierre en varias ocasiones en los últimos meses. Aunque esta misma semana el templo ha vuelto a abrir, Martín Flores no cree que el problema esté ni mucho menos solucionado. «Ya se han sacado a concurso público las obras de sustitución de los aparatos climatizadores, y esperemos que los trabajos estén finalizados en unos meses», explica. A pesar de que la estructura no manifiesta síntomas de este desgaste, la saturación del ambiente, la concentración de humedad y el hecho de que la piedra expulse las sales que contiene, traen de cabeza a los responsables y a instituciones internacionales: La UNESCO trasladó al Ejecutivo local la necesidad de frenar el desgaste de la edificación.

Por eso, los partidos políticos en el Ayuntamiento intentan dar con la solución definitiva. Así, en diciembre de 2016, el Partido Popular presentó una enmienda en la que instaba al Consistorio a destinar medio millón de euros para cubrir con una cúpula de metacrilato el monumento. Por aquel entonces la popular Isabel Rosell demandó que la cuestión del deterioro de Debod debía convertirse en un «prioridad» para el Gobierno de Manuela Carmena. Sin embargo, en este año, los presupuestos del Ayuntamiento no contemplan ninguna partida para salvar el templo egipcio.