Comunidad de Madrid

Cae el último eslabón de la mafia georgiana en Madrid

Mate Tchabukiani, de 29 años, fue detenido el lunes en Alcobendas con un alijo de joyas en el coche. Le delató un móvil robado

Mate fue investigado en la primera fase de la «operación Aikon» (en la foto)
Mate fue investigado en la primera fase de la «operación Aikon» (en la foto)larazon

La mafia georgiana ha sufrido dos durísimos golpes en los últimos meses con la «operación Aikon» (desarrollada en dos fases, la última la semana pasada) pero hay algunos flecos que han quedado sueltos, como el cabecilla que ha sido localizado en Italia y algunos miembros de las células a través de las que funcionaban. Todo parece indicar que es el caso de Mate Tchabukiani aunque, por el momento, no se le puede imputar pertenencia a banda organizada. Es georgiano, tiene 29 años y, según fuentes policiales, está relacionado con los detenidos en la primera fase de la «operación Aikon», terminada en julio del año pasado. Fue detenido en un control policial en Alcobendas, establecido en el marco del plan Domus, precisamente para luchar contra el incremento de robos en vivienda detectado a principios del año pasado con un mismo «modus operandi». Eran la 1:50 horas del lunes cuando los agentes de la Policía Nacional detuvieron en la carretera de Barajas, a la altura del pub «Tónica», dieron el alta a un Smart negro. Conducía Mate y aseguró que se dirigía a Georgia. El coche, efectivamente, se encontraba lleno de bolsas y macutos. En un primer cacheo superficial los agentes le cogen dos móviles y, tras su comprobación por parte de la Sala Operativa de Alcobendas, los gentes constatan que a uno de ellos le figuraba un señalamiento. Efectivamente, había sido denunciado en la comisaría de Moncloa-Aravaca tras un robo con fuerza en vivienda producido el pasado 27 de julio. El móvil formaba parte de una larga lista de efectos sustraídos valorados en miles de euros. Este robo se ajustaba perfectamente al «modus operandi» de las bandas georgianas, nacionalidad del sospechoso. Sin embargo, él aseguró haberselo comprado a un «dominicano en la calle por 20 euros». Así, con motivos suficientes para pensar que Tchabukiani había participado en este robo, queda detenido.

En la maleta le encontraron un juego de ganzúas, herramientas, cinco juegos de llaves y un bombín, más de 2.000 euros y menos dinero en moneda extranjera (dólares americanos y libras esterlinas). Pero el asombroso botín era el que tenía en joyas: 84 piezas, al parecer, procedentes de robos en domicilio. Hay relojes de marcas como Lacroix, medallas de oro, pendientes de perlas y oro blanco, anillos, pulseras, cadenas y broches con materiales semipreciosos. La valoración de esta ingente cantidad de joyas no ha podido ser determinado por los agentes.

Aunque ha pasado a disposición de un juzgado de Alcobendas, es probable que el caso pase a manos del instructor que lleva al resto de georgianos de Aikon II. Todo dependerá de si los investigadores de la compleja operación, el Grupo XI de la Brigada Judicial, tienen alguna prueba contra este individuo. En ese caso, el juez de Alcobendas se inhibiría a favor del magistrado de Plaza Castilla.