Ayuntamientos

Plan de mínimos para limpiar una ciudad en «estado de emergencia»

Un plan «insuficiente» y «opaco» para los sindicatos y la oposición. La alcaldesa cierra un acuerdo verbal con las empresas concesionarias de la limpieza para reincorporar a los cerca de 500 barrenderos afectados por el ERTE de 2013 y anuncia nuevas contrataciones, aunque no determina la cifra. Los partidos y los trabajadores recelan del acuerdo verbal de Carmena con las concesionarias y reclaman conocer la letra pequeña del acuerdo. CSIF y PSOE, socio de investidura de la alcaldesa, lo califican de escaso

Un plan «insuficiente» y «opaco» para los sindicatos y la oposición
Un plan «insuficiente» y «opaco» para los sindicatos y la oposiciónlarazon

La alcaldesa cierra un acuerdo verbal con las empresas concesionarias de la limpieza para reincorporar a los cerca de 500 barrenderos afectados por el ERTE de 2013 y anuncia nuevas contrataciones, aunque no determina la cifra

«En Navidad ya se tiene que notar algo», afirmó ayer la alcaldesa, Manuela Carmena, tras anunciar el acuerdo alcanzado con las empresas concesionarias de la limpieza de Madrid con el que devolverá 500 barrenderos y jardineros a las calles para atender la «situación de emergencia» que, según admitió, vive la ciudad en lo que a suciedad se refiere. Según explicó la regidora madrileña, acompañada de la concejala de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, después de dos meses y medio han descartado la remunicipalización del servicio y han decidido mantener el contrato de Ana Botella, logrando convencer a OHL, Sacyr, FCC y Ferrovial de que paralicen el Expediente de Reducción de Empleo Temporal (ERTE) que afecta a la plantilla desde 2013 y, además, de que hagan nuevas contrataciones; esta cifra de contratación aún no la han comunicado las empresas al consistorio, salvo Ferrovial, que ha anunciado que contratará a 40 personas.

Este refuerzo se complementará con la incorporación de jóvenes de la Agencia para el Empleo de Madrid que harán sus prácticas en los servicios de limpieza. En total se incorporarán el mismo número de jóvenes en prácticas que nuevos contratos hagan las empresas concesionarias –así, por los 40 contratos nuevos de Ferrovial, se incorporarán 40 jóvenes en prácticas– y el Ayuntamiento calcula que serán unos 200. En suma, serán en torno a 700 trabajadores de limpieza que a partir de octubre se incorporarán a las calles de la capital. Con todo, Sabanés confesó que este acuerdo no supone el regreso a la situación anterior a los contratos integrales, aprobados por el anterior equipo de Gobierno de Ana Botella, y que no fijaban un límite mínimo de trabajadores para prestar el servicio, lo que se tradujo en 2.400 despidos en dos años –según datos de «El País»– por parte de las concesionarias y una huelga salvaje que culminó en un ERTE de 45 días, que es lo que ahora se revoca. De hecho, pese a que la alcaldesa y la titular de Medio Ambiente han asegurado que se incorporan 500 trabajadores más de limpieza –en realidad 408–, sin embargo, esta cifra en realidad corresponde a empleados que ya están en activo, que fueron afectados por el expediente temporal y que, tras el acuerdo, dejarán de estar en paro durante un mes y medio al año para incorporarse de forma completa. El casi centenar de nuevos contratados corresponde a una estimación del Ayuntamiento puesto que tan sólo una de las empresas ha comunicado el número de nuevos empleados que incorporará.

Junto con este acuerdo, Carmena anunció a su vez el Plan para la Limpieza de Madrid que incluirá 147 actuaciones intensivas en distritos, durante un tiempo no inferior a tres meses. En estas actuaciones se incorporará la experiencia de las 29 limpiezas de refuerzo realizadas en verano pero, asegura que será más exhaustivo, ya que, tal y como ella misma admitió, apenas han dado resultados por la falta de personal. Asimismo, habrá una campaña de concienciación ciudadana durante los próximos dos años.

La pregunta que todos se hacen ante el supuestamente feliz desenlace de los problemas de limpieza de Madrid es ¿cómo lo ha hecho Carmena? Durante la rueda de prensa, tanto la alcaldesa como la concejala de Medio Ambiente, Inés Sabanés, han estado esquivas sobre cómo han conseguido convencer a empresas tan potentes como OHL, Sacyr, Ferrovial y Valoriza para que alteren su cuenta de resultados y pierdan beneficios paralizando el ERTE y contratando a nuevos trabajadores sin recibir nada a cambio. Porque lo que han dejado meridianamente claro Sabanés y Carmena es que ni uno solo de los 500 trabajadores que se incorporan al 100% a la limpieza de la ciudad costarán un euro a los madrileños.

Entre las someras explicaciones que han dado las dos ediles apenas está la gran disposición de las empresas a negociar para cumplir con la obligación fundamental del contrato, que es mantener la ciudad limpia y que confesaron no estar cumpliendo. Además, Carmena apuntó que no se trataba tanto de rentabilidad como que «se juegan su prestigio». Sin confirmar las medidas de presión que han utilizado durante la negociación, Sabanés sí detalló que se habían hecho inspecciones sorpresivas para demostrar la «poquísima gente» que hay en los cantones de limpieza, con independencia de que las empresas dijeran lo contrario. Además, insistieron en la «firmeza del régimen sancionador». Con todo, la alcaldesa reconoció que nada estaba por escrito sino que se trata de un «acuerdo verbal con el compromiso de todos».

Los primeros en pedir explicaciones han sido los grupos de la oposición, especialmente el PP y Ciudadanos. El portavoz adjunto del Grupo Municipal Popular, Íñigo Henríquez de Luna, consideró que es «muy raro» que las empresas de la limpieza y zonas verdes de Madrid hayan asumido tan «libremente» las contrataciones, por lo que confió en que no haya «un pacto oculto o cualquier contraprestación urbanística a cambio». De Luna también criticó a Carmena por rectificar una vez más y «pasar de plantear la remunicipalización a exigir el cumplimiento de los contratos».

A su vez, el portavoz de Movilidad y Medio Ambiente de Ciudadanos, Sergio Bravezo, reclamó a la regidora madrileña que «explique las condiciones del acuerdo con las empresas concesionarias de limpieza y que sean tranparentes. «Deben explicar a qué tipo de pacto se ha llegado, a qué partes del presupuesto va a afectar, de dónde saldra el dinero y cómo va a repercutir en las concesionarias». Más tibia ha sido la portavoz socialistas, Purificación Causapié que respaldó la paralización del ERTE pero reclamó más contundencia y urgencia al equipo de Gobierno. Además, Causapié llamó la atención sobre el número insuficiente de trabajadores que se reincorporarán tras el acuerdo. «En unos años se ha perdido el 40% del personal que estaban limpiando y en las estimaciones de mínimos estábamos hablando de mil personas o más», apuntó.

Del mismo modo se manifestaron los sindicatos de los trabajadores de la limpieza, también perplejos por el acuerdo alcanzado sin contraprestación conocida y recelosos tanto de las nuevas contrataciones como del número insuficiente de empleados para que Madrid vuelva a estar limpia. Al respecto, CSIF apuntó que 500 trabajadores representa una cifra similar a la de empleados no subrogados cuando se adjudicaron los contratos. Igualmente, desde UGT y CC OO valoraron el esfuerzo realizado por el equipo de Gobierno de Ahora Madrid y consideraron una buena noticia la parlalización del ERTE. Sin embargo, el secretario del sector servicios de UGT Madrid, Moisés Torres, se mostró sorprendido de que se haya alcanzado el acuerdo y confió en que las nuevas contrataciones sean con las mismas condiciones que el resto de la plantilla.

GPS y cámaras para los barrenderos

Otra de las medidas que el equipo de Carmena anunció ayer que pondrá en marcha para evitar la suciedad en las calles de Madrid es incremetar las inspecciones con las que se determina si las empresas cumplen los objetivos de limpieza fijados por contrato. Para ello, mejorarán el programa de software ya existente, contratado por el anterior equipo de Gobierno, para «ver los recorridos de los camiones», por ejemplo para que se pueda ver desde el Ayuntamiento si las calles están sucias. Si no fuera posible, la alcaldesa explicó que recurrirían a los programas de tráfico.