Infraestructuras

Carmena se inventa un nuevo Plan General para su «Operación Chamartín»

El Ayuntamiento necesita modificar el PGOU para adaptar su propuesta, que reduce en un 75% las viviendas proyectadas

Manuela Carmena presentó ayer junto a los miembros de su equipo el nuevo proyecto para Chamartín: «Puerta Norte»
Manuela Carmena presentó ayer junto a los miembros de su equipo el nuevo proyecto para Chamartín: «Puerta Norte»larazon

El Ayuntamiento necesita modificar el PGOU para adaptar su propuesta, que reduce en un 75% las viviendas proyectadas

Manuela Carmena presentó ayer su propuesta para el norte de la ciudad bajo el nombre de «Madrid, Puerta Norte». Acompañada del delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, y los ediles de Fuencarral y Chamartín, Guillermo Zapata y Mauricio Valiente, la alcaldesa presentó un plan que supone enterrar el proyecto que actualmente está sobre la mesa: el de Distrito Castellana Norte. Entre ambos planes, tres diferencias esenciales: el número de viviendas proyectadas se verá reducido un 75%, serán las arcas municipales las que afrontarán la mayor parte del gasto y las infraestructuras de transporte público también quedarán jibarizadas.

Frente a las 17.000 viviendas que proponía la última versión del DCN, Carmena propone 4.600. Sólo 1.000 de estas viviendas serán protegidas, la mitad de las previstas hasta ahora. Los metros edificables dejan de ser 3,1 millones para descender hasta los 1,7. Los metros de zonas verdes se ven disminuidos a más de la mitad para dar forma a un espacio de 274.251 metros cuadrados. El consistorio plantea una mejora de las instalaciones del Canal de Isabel II, también de las estaciones de Chamartín y Fuencarral y de dos edificios históricos (ermitas). En el proyecto de Distrito Castellana Norte incluye la creación de un ramal de Metro con tres estaciones y la reforma de Chamartín. El presentado ayer, sin embargo, sólo recoge una nueva estación del suburbano.

El proyecto municipal también plantea la división de la actividad en dos ámbitos: un centro de negocios que conecte con el polo de las cuatro torres, emplazado en la zona sur de la M-30 y otro entorno mixto, tanto residencial como de oficinas, localizado al norte de la M-30. La mejora del Nudo Norte y el Nudo Fuencarral se estima para finales del 2017 y la nueva estación de Chamartín para principios del año 2018.

Según Carmena, el proyecto ha sido elaborado con «alegría» e «ilusión». Se trata de 13 páginas que el Ejecutivo de Ahora Madrid no ha dado trasladado a las otras tres partes que deben dar su visto bueno al desarrollo. Ni el Ministerio de Fomento ni la Comunidad de Madrid ni Distrito Castellana Norte han sido consultados. «No hemos recibido ni siquiera una llamada», lamentaba ayer uno de los actores implicados. Desde Cibeles sí avanzaron ayer su intención de convocar tanto a los gobiernos central y autonómico como a la iniciativa privada de la que forman parte BBVA y San José para «concretar una propuesta definitiva en base al documento presentado».

Las líneas esbozadas en el documento, sin embargo, plantean importantes interrogantes en torno al futuro y la viabilidad del proyecto. Las «bases conceptuales» del proyecto de Carmena –fundamentalmente lo que afecta a la reducción de viviendas y los cambios avanzados en el Nudo Norte, las infraestructuras y la cobertura parcial de las vías– exigen la aprobación de una modificación del Plan General de Ordenación Urbana. Un traje a medida a las propuestas del Gobierno de Ahora Madrid que, difícilmente, podría estar aprobado en 2016, tal y como asegura el Ayuntamiento en el dossier publicado. Y es que una modificación del PGOU, tras la aprobación por la Junta de Gobierno, tendría que afrontar un plazo de entre uno y tres meses de consultas públicas. Posteriormente, el resto de administraciones afectadas deberían elaborar los informes que avalasen el nuevo plan. Y finalmente, tendrá que contar con la ratificación del Gobierno autonómico de Cristina Cifuentes. Otro elemento separa al actual proyecto de Distrito Castellana Norte y al plan de Ahora Madrid. Al menos, entre la documentación avanzada ayer por Carmena y sus delegados, no hay una memoria económica que cifre el presupuesto necesario para llevar a cabo «Puerta Norte».

En la presentación del proyecto, el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible insistió en varias ocasiones en que «el 82 por ciento del suelo es público» por lo que el futuro del desarrollo dependerá de las administraciones públicas. Obvió en sus argumentos que Distrito Castellana Norte es el propietario de los derechos de explotación del 61% del total, en concreto los terrenos propiedad de Fomento-Adif. Esos derechos caducan en diciembre y su posible prórroga dependerá en buena medida de lo que suceda en las elecciones generales de junio y de un eventual cambio de Gobierno, un extremo al que apuntó la portavoz de Urbanismo del PSOE, Mercedes González. Precisamente el socialista fue el único grupo de la oposición que apoyó las líneas maestras presentadas por Carmena y su equipo. Los reproches llegaron del PP y Ciudadanos. El edil popular José Luis Martínez-Almeida lamentó «la muerte de una operación en la que había un acuerdo» y que «el Ayuntamiento, unilateralmente, da por cerrada». Martínez Almeida aseguró que el consistorio ha cometido una falta de respeto al presentar, «sin previo diálogo», un proyecto estético, sin que nadie sepa quién pagará «la fiesta de la alcaldesa». Begoña Villacís, de C’s, aseguró que «una iniciativa que debía provocar ingresos para el Ayuntamiento, finalmente generará gastos».

Vecinos y empresas, perplejos con el nuevo plan

La plataforma de asociaciones de comerciantes y vecinos también asistió a la presentación del proyecto y, a pesar de valorar «positivamente» que el Ayuntamiento por fin haya planteado una propuesta, lamentó que se realizara al margen de partes imprescindibles como lo son: Distrito Castellana Norte, Fomento y la Comunidad de Madrid. También recalcaron la «incertidumbre» ante la viabilidad económica, por lo que se preguntan si las obras se financiarán con «impuestos municipales en vez de capital privado».