Infraestructuras

Carmena lanza al Consorcio una «OPA» por la EMT

Pide asumir las inversiones de los autobuses municipales y subir su aportación 22 millones.

El sistema «WalkNYC» de Nueva York cuenta con mapas interactivos y señales informativas con mapas e información sobre el transporte de toda la ciudad
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Pide asumir las inversiones de los autobuses municipales y subir su aportación 22 millones.

La guerra contra el transporte privado emprendida por el equipo de Manuela Carmena en el Ayuntamiento de Madrid no se limita a restringir todo lo posible la circulación de los automóviles en el centro de la ciudad, también quiere controlar el transporte público para que sea la alternativa más potente para desterrar los coches de la almendra central. Es por ello que la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, ha lanzado una auténtica OPA al Consorcio Regional de Transportes para asumir todo lo relacionado con la Empresa Municipal de Transportes (EMT).

Según explicó el Ayuntamiento de Madrid, Sabanés propuso ayer al Consorcio en la reunión mantenida con la Comunidad de Madrid en la sede del organismo de transporte público de la región asumir en su totalidad las inversiones en la EMT, transfiriendo sus costes de amortización a la tarifa de equilibrio, como sucede con el resto de operadores. Hasta ahora, las inversiones en la Empresa Municipal de Transportes han sido financiadas tanto por el Ayuntamiento como por la Comunidad de Madrid.

Asimismo, también proponen al Consorcio incrementar la participación del Ayuntamiento a las necesidades del organismo en 22 millones al año, alcanzando los 143 millones de euros en 2017. El objetivo del consistorio madrileño es «contribuir a las necesidades de los intercambiadores de Madrid, que son utilizados por viajeros de toda la Comunidad, mejorando así la comercialización de los títulos de transporte y para financiar también los costes del propio Consorcio», según señalaron en una nota de prensa, en la que insisten en que la de la capital es la única administración municipal que contribuye a estos gastos generales y, además, financia su propia empresa municipal de transportes, junto al Ayuntamiento de Fuenlabrada.

Pero la EMT no es el único objetivo de Carmena. Así, Sabanés adelantó el interés del consistorio madrileño para trabajar sobre la situación y las necesidades de Metro de Madrid. Hace apenas un año, el Ayuntamiento de Madrid amagó con regresar a la gestión del suburbano madrileño, cuyas acciones cedió el equipo de Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón en pasadas legislaturas. Como entonces, la delegada de Medio Ambiente advirtió de que estarían dispuestos a regresar «siempre y cuando exista claridad y transparencia respecto a la gestión de esta empresa durante los años en que el Ayuntamiento no ha participado de su consejo de administración».

Al respecto, ni desde el Consorcio ni desde la Comunidad de Madrid se valoró la propuesta del consistorio madrileño y emplazaron a la próxima reunión prevista para el lunes 12 de diciembre, «ahondar en el asunto así como en otros relacionados con el transporte público». Y es que el Consorcio es uno de los campos de batalla en los que las buenas relaciones que, aparentemente, existen entre la presidenta regional, Cristina Cifuentes, y la regidora madrileña, se enturbian. Así, el pasado año la pelea fue por la aportación de la Comunidad de Madrid a las necesidades de inversión de la EMT, que el Ayuntamiento reclamaba, frente a los 0 euros aportados por el municipio a Metro de Madrid.

La competencia sobre Metro de Madrid fue una de las discusiones continuas entre Aguirre y Gallardón, que quiso quedarse con el suburbano cuando dejó la Comunidad para ser alcalde de Madrid y, su sucesora se lo impidió. En 2011, Gallardón cedió las acciones del Ayuntamiento en Metro a cambio de un ahorro de 140 millones de euros anuales, que ahora tendría que volver a pagar Carmena si quiere recuperarlas.