Ahora Madrid

Carmena llena el centro de urinarios sexistas

El Ayuntamiento coloca 15 baños portátiles de uso exclusivo para hombres en diferentes puntos de la ciudad. Los vecinos critican la segregación y la falta de limpieza.

El consistorio asegura que es una iniciativa de bajo presupuesto y que puede no ser definitiva. En la imagen, uno de los urinarios colocado junto al Museo Reina Sofía
El consistorio asegura que es una iniciativa de bajo presupuesto y que puede no ser definitiva. En la imagen, uno de los urinarios colocado junto al Museo Reina Sofíalarazon

El Ayuntamiento coloca 15 baños portátiles de uso exclusivo para hombres en diferentes puntos de la ciudad. Los vecinos critican la segregación y la falta de limpieza. Madrid

Para intentar acabar con el desagradable olor de los orines que inundan, sobretodo los fines de semana, cada esquina de la capital, el Ayuntamiento de Madrid ha instalado una quincena de urinarios portátiles en el distrito Centro. El problema está en que esta nueva iniciativa, que según afirmaron a Ep fuentes municipales responde a una petición ciudadana, se ha olvidado de más de la mitad de la población. Y es que, estos baños públicos, que al parecer se han instalado como un proyecto piloto, están creados única y exclusivamente para el género masculino. Las mujeres, así como los niños (por la altura) o las personas con discapacidad, están excluidos.

Según pudo adelantar ayer Telemadrid, estos urinarios han empezado a colocarse con la llegada del verano y se ubican allí donde se detectan puntos «especialmente sucios».

Entre las zonas escogidas para colocar estos baños que tienen forma triangular, con un orificio a la altura de la pelvis de un hombre de estatura media está Conde Duque, el parque de La Cornisa y en los alrededores del Museo Reina Sofía, lugares muy concurridos los fines de semana por jóvenes que se reúnen en sus aledaños para hacer «botellón».

Esta supuesta mejora, que excluye a gran parte de la población, es una propuesta de «Cuidamos Centro», una asociación dedicada a la mejora del espacio público y a la sensibilización y control ciudadano de los servicios públicos del distrito. Según fuentes municipales la colocación de estos urinarios es reversible y «en caso de que no funcione se dará marcha atrás» al tratarse de un proyecto piloto de «presupuesto bajo».

Sin embargo, las asociaciones de vecinos del centro parecen no ponerse de acuerdo en si esta medida es positiva o negativa. Uno de los primeros en manifestarse ha sido el presidente de la Asociación de Vecinos Cavas-La Latina, Saturnino Vera, que ha aplaudido la iniciativa al calificarla de «adelanto». Vera afirmó que está de acuerdo con «todo lo que sea ayudar a prevenir comportamientos incívicos», pero denunció que estos quince retretes que se han colocado no disponen de un sistema de limpieza automático, por lo que los baños, probablemente, no estén tan limpios, como otros urinarios públicos que sí disponen de este método de autolimpieza.

Las críticas vecinales

Más duro se manifestó Esteban Benito, presidente de la Asociación de Vecinos de Chueca que, además de recalcar que estas letrinas «no resuelven el problema de limpieza», hizo especial hincapié en la «segregación» que se produce respecto a las mujeres que se quedan sin ninguna alternativa ante sus necesidades fisiológicas. «Es extraño que este ayuntamiento que hace gala de la igualdad piense sólo en los hombres para este tipo de cuestiones», criticó Benito.

Estos urinarios son «tremendamente olorosos», ya que «no cuentan con un sistema químico de limpieza diaria», a lo que se suman las «escasísimas lluvias y el orín que se concentra en la zona Centro» donde se concentra mucha gente para disfrutar del ocio nocturno, sobre todo ahora en verano con las altas temperaturas.

Desde las redes sociales tampoco tardaron en aparecer las criticas. «Mal gusto, mal olor y asco, manda huevos», expresaba ayer un tuitero nada más enterarse de la noticia. «Esto es el colmo. Urinarios en mitad de las calles de Madrid. ¿Qué va a ser lo siguiente», escribía otra tuitera indignada.