Ahora Madrid

Carmena rechazó la ayuda de la Policía Nacional para desalojar «La Ingobernable»

La Delegación del Gobierno ofreció el sábado al Ayuntamiento agilizar la denuncia por la ocupación del edificio de la calle Gobernador y hacer un desalojo «en caliente»: en las primeras 24 horas después de la usurpación. El Consistorio no contestó

El pasado sábado un grupo de personas asaltó el número 30 de la calle Gobernador, futura sede del Museo Ambasz, para crear un centro social ocupado
El pasado sábado un grupo de personas asaltó el número 30 de la calle Gobernador, futura sede del Museo Ambasz, para crear un centro social ocupadolarazon

La Delegación del Gobierno ofreció el sábado al Ayuntamiento agilizar la denuncia por la ocupación del edificio de la calle Gobernador y hacer un desalojo «en caliente»: en las primeras 24 horas después de la usurpación. El Consistorio no contestó.

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, rechazó actuar contra los okupas que el pasado sábado invadieron el número 30 de la calle Gobernador, un inmueble destinado a convertirse en el Museo Ambasz. Según explicaron fuentes policiales, a instancias de la Delegación del Gobierno en Madrid, la Policía Nacional se puso en contacto con el Ayuntamiento de Madrid para ofrecerles su ayuda con la ocupación para poder realizar un desalojo «en caliente», que permite la Ley en las primeras 24 horas tras la usurpación de un inmueble. Sin embargo, aún no han recibido contestación del consistorio.

Ocurrió en torno a las 18:00 horas, cuando se constató la entrada ilegal en el edificio al término de la manifestación Madrid No se Vende convocada por el Patio Maravillas, Ecologistas en Acción, la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), entre otras organizaciones. Al tiempo que varios efectivos de la Policía Nacional se personaban en las puertas del inmueble al detectarse una concentración no comunicada en torno al mismo, se contactó con un responsable de la Policía Municipal para informarle de lo que sucedía. Además, se le explicó que ponían a su servicio la Brigada de Información Provincial para tramitar la denuncia por usurpación ilegal con toda celeridad y poder proceder al desalojo urgente que permite la Ley. La persona con la que contactaron explicó que pasaría la información a los responsables municipales y ayer la Delegación del Gobierno aún no había recibido una respuesta al respecto. El desalojo en caliente es posible en las primeras 24 horas de okupación por lo que ya no será posible realizarlo.

Sobre por qué la alcaldesa no actuó inmediatamente ante el asalto ilegal a un edificio municipal, no se han dado explicaciones oficiales ni concretas. Según explicó ayer Carmena, el Ayuntamiento de Madrid actúa dentro de la ley y se mostró preocupada por las «okupaciones ilegales» por lo que trabajan para que «no las haya». En este sentido y cuestionada por las denuncias inmediatas ante las ocupaciones del colectivo de ultraderecha Hogar Social Madrid, la regidora aseguró que «el Ayuntamiento no puede tener una actitud diferente respecto a las okupaciones a la que hemos tenido hasta ahora», que consiste en la denuncia ante el ministerio fiscal cuando tienen constancia de una okupación ilegal, si bien no precisó si se había tramitado una denuncia sobre la okupación del inmueble de la calle Gobernador.

Quién sí dejó claro que la opinión de la alcaldesa no se refería al nuevo centro social ocupado fue Pablo Carmona, concejal de Salamanca y Moratalaz, que participó en la manifestación que terminó con la invasión del edificio. Según Carmona, no tienen nada que ver las actividades de Hogar Social Madrid –reparto de alimentos sólo a españoles en necesidad–, con la de «la ingobernable», como se ha bautizado al colectivo que usurpado el Museo Ambasz por lo que «no se pueden comparar los casos». Por su parte, la regidora matizó que «verán que hacen» con esta ocupación, porque «es ilegal».

Tampoco quiso la portavoz municipal, Rita Maestre, detallar a micrófono abierto las acciones del consistorio madrileño respecto al asalto al futuro Museo Ambasz. Con todo, señaló que precisamente debido a que el edificio está cedido a la Fundación Ambasz –y dicho convenio bajo el estudio de los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Madrid para comprobar su legalidad–, son ellos quienes tienen que denunciar la ocupación. Pero desde el consistorio madrileño no contestaron a si se había advertido a la Fundación Ambasz sobre la invasión de su futura sede.

Sin embargo, cuando el colectivo Patio Maravillas usurpó este mismo inmueble el 26 de mayo de 2015, la entonces alcaldesa, Ana Botella, no dudó un instante en solicitar el desalojo «en caliente». Es más, fueron las UCES, la unidad de intervención de la Policía Municipal –que desmanteló el actual concejal de Seguridad, Jesús Barbero–, quienes efectuaron el desalojo pacífico de los okupas de la calle Gobernador apenas unas horas después de que se invadiese el edificio. Además, en aquella ocasión el Patio Maravillas okupó el inmueble en cumplimiento de su «amenaza» a Botella de hacerlo si no les cedía un espacio municipal.

Por su parte, el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez-Almeida aseguró ayer que exigirá a Carmena que cumpla con la Ley. «¿Qué va a hacer la alcaldesa? ¿Va a instar al desahucio de estos okupas en un edifico de su titularidad o va a permitir esta ilegalidad? ¿Hasta dónde está dispuesta la alcaldesa para mantener la Alcaldía de Madrid? ¿Hasta dónde esta dispuesta a que sus concejales le sigan tomando el pelo?», cuestionó el portavoz, que recordó la presencia de dos ediles de Ahora Madrid en la manifestación previa a la ocupación.

la FRAVM se desmarca del asalto al Ambasz

La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) se desmarcó ayer de la okupación del edificio del futuro museo Ambasz, ubicado en el número 39 de la calle Gobernador, que fue ocupado el pasado sábado tras la manifestación impulsada por la Federación en la plaza de Canalejas contra la «venta» de Madrid a grandes empresas y multinacionales. En un comunicado, la FRAVM declaró que desconocía totalmente que al término de la manifestación «se iba a producir esta acción». «Lógicamente no participamos en ella», reiteraron.