Asamblea de Madrid

Cifuentes presume en Sol de Gobierno de consenso

La presidenta de la Comunidad invoca ante Rajoy y Rivera el acuerdo de investidura entre el PP y Ciudadanos en la región

Cifuentes entregó las distinciones regionales en un patio de la Real Casa de Correos en el que no cabía un alfiler
Cifuentes entregó las distinciones regionales en un patio de la Real Casa de Correos en el que no cabía un alfilerlarazon

La presidenta de la Comunidad invoca ante Rajoy y Rivera el acuerdo de investidura entre el PP y Ciudadanos en la región

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, tenía ayer motivos más que suficientes para sonreír de oreja a oreja. En su primer Dos de Mayo, la Real Casa de Correos estaba abarrotada, contó con el respaldo del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y la presencia del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, así como de unos premiados de lujo para dejar buen sabor de boca a las primeras medallas que otorga al frente del Gobierno regional. Sobre el estrado y en los corrillos, las próximas elecciones generales, así que Cifuentes invocó al espíritu del Dos de mayo para afrontar las dificultades para pactar que han abocado a los partidos a unos nuevos comicios.

«No podemos esperar que las urnas resuelvan por sí solas la incapacidad de los partidos para llegar a acuerdos que, superando los vetos, hagan posible la gobernabilidad de España», apuntó la presidenta regional, que no en vano es ejemplo de ello al haber alcanzado un acuerdo de investidura con Ciudadanos, que ayer muchos veían reeditado con la presencia de Rajoy y Rivera, si los resultados electorales lo permiten. Así, Cifuentes recordó que para alcanzar un acuerdo como el de la Comunidad, «se requiere, por parte de todos, auténtica voluntad de llegar a lo que, sin duda, constituye la esencia del gobierno, que es el pacto».

La presidenta madrileña invocó el Dos de mayo también para hablar de cómo la sublevación en la región fue un «espíritu colectivo, un acervo de historia común que nos define e identifica como nación». Un orgullo que también citó el escritor Arturo Pérez Reverte, que recogió la Medalla de Plata de la Comunidad, si bien con la puntilla de que «es una de las pocas fechas en la que es posible no avergonzarse de ser español».

Con todo, el autor reconoció que aunque le gustaría haber recibido el distintivo de oro, tanto a él como el director de cine Alex de la Iglesia –también galardonado con la Medalla de Plata, que hizo un emocionado elogio de la Gran Vía como fuente de inspiración de sus películas–, les parecía de justicia que el máximo reconocimiento se le otorgase a la Conferencia de Rectores de las Universidades Públicas de Madrid (Cruma).

El rector de la Universidad Complutense y presidente de la Cruma, Carlos Andradas, agradeció el premio como un reconocimiento a su labor. «Aunque estamos acostumbrados a las críticas, acertadas en ocasiones y siempre bienvenidas, es de justicia reconocer que las universidades públicas han contribuido decisivamente a la tremenda transformación social del país».

También en su discurso, el doctor Rafael Matesanz, galardonado con la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo, quiso dedicar la distinción a los miles de trabajadores del Servicio Madrileño de Salud «que son los que hacen posible que cada día un sistema sin fronteras que permite que los españoles sean los ciudadanos del mundo con mas posibilidad de conseguir un trasplante». El elogio a los servicios públicos madrileños lo culminó la Encomienda entregada al Servicio de Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid (Ericam), que acaba de regresar de ayudar a las víctimas del terremoto de Ecuador, y para quien Cifuentes tuvo un emocionado agradecimiento, –además de que no podía quitar la mirada de los perros de rescate que acudieron a Sol a recoger el galardón».

La presidenta regional, que tuvo palabras de cariño para el resto de premiados –el fotoperiodista Raúl Cancio, la Asociación de Belenistas de Madrid y la Asociación para la Prevención, Reinserción Social y Atención a la Mujer Prostituida–, también explicó que en su primer día de la Comunidad había querido abrir la Real Casa de Correos a «cientos» de personas que durante sus diez meses de mandato le han hecho llegar quejas, peticiones o sugerencias a su Gobierno.

También estuvieron presentes los portavoces de los grupos parlamentarios de la oposición en la Asamblea de Madrid –Ángel Gabilondo (PSOE), José Manuel López (Podemos e Ignacio Aguado, (C’s)–, así como la alcaldesa, Manuela Carmena, y la portavoz municipal, Rita Maestre.

Leguina, sin sueldo, entre los ausentes

El primer Dos de Mayo de Cristina Cifuentes ha estado marcado por la ausencia de dos ex presidentes de la Comunidad que han dejado vacantes sus puestos fijos en la Real Casa de Correos, aunque por motivos diferentes. En el caso de Joaquín Leguina ha sido, según aseguran fuentes de su entorno, la eliminación del Consejo Consultivo en el que los ex dirigentes madrileños tenían un retiro dorado lo que ha provocado su ausencia. Para Ignacio González, la falta es, además, polémica, puesto que este año debía recibir la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo que se entrega a todos los ex presidentes tras dejar el Gobierno regional, pero que su imputación hacía «desaconsejable».