Ahora Madrid

El ala radical de Ahora Madrid critica la consulta de Carmena por «precocinada»

Parte de los concejales del Gobierno municipal cargan contra la primera votación ciudadana de la que hoy se conocerá el resultado.

Urna de votación
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Parte de los concejales del Gobierno municipal cargan contra la primera votación ciudadana de la que hoy se conocerá el resultado. Coinciden con la oposición en que las preguntas del proceso participativo están «mascadas» y «teledirigidas».

Esta mañana la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre y el concejal de Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno Abierto, Pablo Soto, presentarán los resultados preliminares de la consulta ciudadana que, durante los últimos días, ha permitido a los madrileños elegir entre varias opciones, sobre el futuro de la ciudad. Unas preguntas que, sin embargo Ganemos, la mitad del Gobierno de Ahora Madrid han criticado como «precocinadas», pese a considerar un «paso interesante» el proceso de participación.

El equipo con el que Manuela Carmena gobierna la capital está formado por varios grupos y partidos como Podemos e Izquierda Unida y, entre ellos, Ganemos (formado por distintas asociaciones), es el ala más radical y más crítica con las decisiones de la alcaldesa. Ejemplo de ello son las jornadas que en dos ocasiones en menos de dos años de legislatura municipal han dedicado a evaluar y denunciar que el Ayuntamiento de Madrid no ha aplicado medidas prometidas en las elecciones como la remunicipalización de servicios públicos.

Esta vez, los portavoces de Ganemos, Ana Barba y José Enrique García, cargaron contra uno de los hitos del Gobierno de Carmena: la consulta ciudadana. «El problema es que no se ha contado lo suficiente con los movimientos sociales para hacer este tipo de consulta», apuntaron, y criticaron que las preguntas estaban «mascadas y precocinadas». En concreto, señalaron la votación sobre Plaza de España como ejemplo de que «no ha sido la vecindad quien ha elaborado las opciones», sino que ya iban «dirigidas». «Este tipo de propuestas de participación precocinadas no nos satisface», sentenciaron.

Lo curioso es que esa misma crítica, referida a la reforma de la Plaza de España, también la hizo recientemente la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, que apuntó a que dicha votación estaba «teledirigida», ya que los proyectos que se elegían no eran «los que votaron los madrileños», sino «el tercero y el décimo». Y, por si esto no fuese suficiente, hubo quejas porque algunos de los voluntarios en las mesas de votación «recomendaban» cuál votar a los ciudadanos, que no tienen el conocimiento ni los datos suficientes para valorar adecuadamente un proyecto tan importante como la reforma de la plaza de España. Del mismo modo, Aguirre denunció que las consultas en los distritos no se referían a cuestiones que interesasen a los vecinos como, por ejemplo, en Valdebebas, donde se les preguntaba por el nombre del parque Felipe VI y no por el proyecto ARTEfacto que ha soliviantado al barrio. También Ganemos criticó que «lo que no anima son las encuestas precocinadas que nada tienen que ver con lo que pide el barrio».

Igualmente, común ha sido la queja respecto a otras de las preguntas escogidas como si los ciudadanos quieren un «Madrid 100% sostenible» que no tienen alternativa razonable y razonada, o que el consistorio no tiene competencias para poner en marcha otra de las cuestiones respecto a «un billete único para el transporte público», ya que no son la única administración en el Consorcio Regional de Transporte de Madrid que es quien tiene la potestad para tomar dicha decisión.

Pero los puntos más opacos de la consulta ciudadana de Carmena se han derivado de la seguridad de todo el proceso. Si ante la denuncia de los medios de comunicación el consistorio se vio obligado a rectificar el «asesoramiento» de los voluntarios que recogían el voto por las calles, nada salvo la «promesa» de los de Ahora Madrid aseguraba el escrutinio. Y es que en el voto por correo cada vecino debía introducir sus datos personales en el mismo sobre en el que iba la papeleta, que después el Ayuntamiento aseguraba se contaba por separado.

También era fácil hacerse con el identificador que se enviaba por correo para efectuar el voto de forma telemática y que, junto a los datos de cada vecino, podía utilizarse fraudulentamente para modificar el sufragio por internet. El hecho de que la empresa escogida por el equipo de Carmena para realizar este escrutinio online fuese la misma contratada por Podemos –que forma parte de Ahora Madrid–, para realizar el recuento en el Congreso de Vistalegre II contribuyó a aumentar las sospechas sobre la transparencia de la consulta ciudadana.

A esto se sumó que la custodia de las urnas con los votos emitidos en las distinas mesas electorales situadas por toda la ciudad no se realizó con la colaboración de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Ni siquiera la Policia Municipal de Madrid intervino específicamente en la vigilancia de los votos de los madrileños que se guardaron en la Nave de Terneras de Matadero Madrid, por lo que, de nuevo, ningún organismo oficial garantizaba su legalidad ni la cadena de seguridad. Tan sólo los agentes destinados a la Junta de Distrito de Arganzuela, ubicada en el recinto, se ocuparon de vigilar el espacio y, según señalaron fuentes policiales a LA RAZÓN, tan sólo es un efectivo.

El coste de todo el proceso, incluida una extensa campaña de publicidad por toda la ciudad, también se ha ocultado a los vecinos. Hasta hoy no se espera que Soto rinda cuentas concretas, ya que, hasta ahora tan sólo se ha adelantado que la impresión, ensobrado y envío de cartas a todos los madrileños mayores de 16 años que tenían derecho a voto han supuesto 600.000 euros. También se han invertido 10.000 euros adicionales para imprimir las papeletas en las que se consulta sobre la Gran Vía.

Y, por si todo esto no fuese suficientes manchas sobre el proceso participativo «estrella» de Carmena, a su equipo le ha faltado colaboración entre sus propios simpatizantes. Hasta ayer mismo el Ayuntamiento de Madrid reclamaba más voluntarios para participar en el escrutinio al no haberse presentado suficientes ciudadanos para colaborar en el mismo. Un problema que también se dio, al menos el primer día de las votaciones en Chamberí, donde el concejal Jorge García Castaño tuvo que dar explicaciones de por qué no se habían abierto dos de las mesas de votación previstas, por la no comparecencia de los voluntarios previstos.

Las preguntas de la polémica

- ¿Estás de acuerdo con la propuesta «Madrid 100% Sostenible»?

- ¿Estás de acuerdo con la propuesta «Billete único para el transporte público»?

- De los dos proyectos finalistas para reformar Plaza de España ¿Cuál prefieres?

Proyecto X: «Good bye Mr. Ford»

Proyecto Y: «Un paseo por la cornisa».

- Sobre Gran Vía:

1. ¿Estás de acuerdo con mejorar el espacio peatonal mediante la ampliación de sus aceras?

2. ¿Consideras que sería necesario incrementar el número de pasos peatonales para mejorar la comunicación peatonal?

3. ¿Consideras necesario mejorar las condiciones de las plazas traseras para que puedan ser utilizadas como espacio de descanso y/o de estancia?

4. ¿Estás de acuerdo en que el transporte público colectivo debe mantener su prioridad en la circulación rodada?